El invierno trae consigo temperaturas gélidas y la molesta acumulación de hielo en los parabrisas de los coches. Este fenómeno no solo representa una pérdida de tiempo para los conductores, que deben despejar el cristal antes de iniciar su marcha, sino que también puede dañar los limpiaparabrisas si no se toman las precauciones adecuadas. Ante esta situación, surge una pregunta frecuente: ¿es buena idea dejar los limpiaparabrisas levantados durante la noche para evitar que se adhieran al parabrisas? A continuación, exploramos lo que opinan los expertos y cuáles son las mejores prácticas para proteger tu coche en condiciones de frío extremo.
1Levantar los limpiaparabrisas: ¿una práctica útil o innecesaria?
Muchos conductores optan por levantar los limpiaparabrisas antes de una noche fría o de una tormenta de nieve, con la intención de prevenir que las escobillas queden adheridas al parabrisas por el hielo. Esta práctica parece lógica a simple vista, ya que facilita la limpieza del cristal al día siguiente y evita dañar las gomas de los limpiaparabrisas al despegarse.
Sin embargo, expertos en automoción advierten que esta práctica tiene más inconvenientes que ventajas. Cuando los limpiaparabrisas están levantados, quedan más expuestos a las inclemencias del tiempo. El viento fuerte, las nevadas intensas o incluso el peso del hielo acumulado pueden doblar o romper los brazos metálicos de los limpiaparabrisas. Además, el constante levantamiento y bajada de las escobillas puede deteriorar los resortes que las sostienen, acortando su vida útil.