Sin duda, poseer un vehículo conlleva enfrentarse a numerosos dilemas mecánicos. Por ello, el más traumático es responder a la pregunta: ¿Cuándo tengo que cambiar de coche? Si el tuyo ya tiene unos cuantos años y acaba de sufrir una avería importante, la cuestión es inevitable para el usuario: ¿Lo arreglo, o cambio de ejemplar?
A continuación, en el artículo te daremos algunas señales de que no merece la pena reparar tu coche.
2Atender las luces del tablero
En el momento que un indicador inusual se enciende en el tablero principal del coche, debemos abordar el asunto de inmediato. Si no sabes lo que quiere decir, compruébalo con el manual del propietario o consulta a un mecánico de confianza. Muchas son las advertencias que te puede alertar el salpicadero, que van desde una simple falta del líquido refrigerante hasta problemas muy graves. Que conllevarán reparaciones mayores y por supuesto, más costosas.