Comprarse un coche nuevo no siempre es sinónimo de no tener una avería. Debido a la pandemia de la Covid-19, los vehículos recientemente fabricados en Estados Unidos han disminuido su calidad. Esto se debe a las consecuencias de pandemia que produjo un inevitable cierre de fábricas, parones en la cadena de suministro, aumento de los costes y problemas de plantilla durante los procesos de producción.
Esta complicada situación sanitaria ha pasado factura a la industria automotriz. Los vehículos más nuevos, fabricados durante la pandemia o de manera posterior en Estados Unidos son los que más incidencias han registrado en los últimos 36 años. Los fallos se han incrementado más de 11% ¡Una cifra récord!
3Los eléctricos reportaron más incidencias
Los coches convencionales de combustión interna también han sufrido un empeoramiento de la calidad, pero reportaron muchos menos fallos.
Los diésel y gasolina tuvieron una media de 175 fallos cada 100 vehículos, los PHEV subieron hasta 239 y los 100% eléctricos BEV alcanzaron las 240 incidencias.