En un futuro no tan lejano, podrías caminar por las calles de Madrid, Barcelona o Sevilla y notar un cambio curioso en el paisaje automovilístico: el 70% de los coches que ves serán de marcas chinas. Este escenario, que hace unos años habría parecido inusual, es cada vez más posible gracias al avance de estas marcas en el mercado español. Al igual que los restaurantes de comida china se han convertido en una presencia habitual en nuestras ciudades, los vehículos de origen chino están ganando un espacio significativo en el sector automotriz.
2Depreciación del coche europeo por la situación económica
La Unión Europea también ha impulsado esta tendencia con normativas que buscan reducir las emisiones de carbono. La prohibición de la venta de vehículos de combustión para 2035 ha acelerado la inversión en coches eléctricos e híbridos, una visión que el 66% de los españoles conoce. La idea de un parque automotriz sin vehículos a gasolina o diésel se vuelve cada vez más tangible. Además, los incentivos gubernamentales para la compra de estos modelos han provocado que el 64% de los encuestados consideren esta opción más viable. Así, al pensar en la compra de su próximo coche, un 45% de los españoles se decanta por uno híbrido o eléctrico, siempre que el acceso a las ayudas económicas lo haga más accesible.
Por otro lado, la creciente aceptación de marcas extranjeras, sobre todos los asiáticos, en el mercado español responde también a la necesidad de adaptarse a un contexto de inflación y aumento de los costos de vida. Con el 51% de los encuestados afirmando que el alto costo de los autos y su mantenimiento afecta su decisión de compra, los vehículos chinos emergen como una opción más asequible. De hecho, para el 37% de los españoles, disponer de un coche sigue siendo una necesidad en su vida diaria, y el ahorro que representa un coche chino, sin sacrificar tecnología o calidad, se vuelve una alternativa atractiva.