Para los coches de gasolina y diésel, los combustibles sintéticos se reafirman como alternativa para no renunciar a los motores de combustión, frente a la electrificación de la movilidad y pone en desacuerdo a los miembros de la Unión Europea.
3Las voces discordantes antes de la ratificación
Alemania, líder mundial de la industria automovilística, está haciendo campaña para que los vehículos que funcionan con combustibles sintéticos, también conocidos como E-combustibles, queden excluidos de la prohibición de 2035.
Los E-combustibles son una tecnología emergente cuya huella de carbono y viabilidad comercial han sido cuestionadas por organizaciones ecologistas. El ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, del partido liberal FDP, anunciaba a principios de esta semana que había pedido a la Comisión Europea una nueva propuesta para introducir la exención de los E-combustibles, pero que no había recibido ninguna respuesta positiva del Ejecutivo comunitario.
«Ante el enorme parque automovilístico que tenemos sólo en Alemania, el FDP sólo puede llegar a un compromiso sobre los límites del parque si también es posible el uso de E-combustibles», anunciaba Wissing.
No está claro ahora mismo cuántos países más estarían también dispuestos a votar en contra de la ley. El verano pasado, Italia, Portugal, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía pidieron que la prohibición se retrasara de 2035 a 2040, alegando más tiempo para adaptar las infraestructuras existentes.