La tecnología diésel, que durante años ha sido demonizada por sus efectos contaminantes, parece estar experimentando un inesperado resurgir. A pesar de los planes iniciales para su eliminación en un futuro cercano, varios países de la Unión Europea, incluyendo España, están reconsiderando su postura. El fin de la fabricación y comercialización de coches diésel estaba programado para 2035, con una prohibición total para 2040, pero ahora hay señales de que estas fechas podrían no cumplirse.
5¿Un cambio necesario o una marcha atrás?
El posible aplazamiento de la prohibición de los coches diésel plantea una pregunta importante: ¿es este un cambio necesario y pragmático, o una marcha atrás en la lucha contra el cambio climático? Por un lado, es evidente que la transición hacia un parque automotor completamente limpio no será tan rápida ni tan sencilla como se había previsto. Por otro lado, mantener los motores de combustión en circulación por más tiempo podría ralentizar los avances hacia la descarbonización total.