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Los coches eléctricos de la Guardia Civil, parados por falta de cargadores

Hace unos días te contamos que la Guardia Civil había adquirido una amplia cantidad de vehículos eléctricos para incorporarlos a su flota, con el fin de renovarla. Casi todos ya están listos y disponibles, pero el problema es que no se pueden utilizar. Tal cual. El motivo es que faltan cargadores para que se puedan alimentar. Literal. Una falta de previsión que llama la atención y que tendrá consecuencias directas en la seguridad de todos.

380 coches eléctricos parados

Efectivamente la Guardia Civil anunció recientemente la incorporación inmediata de un total de 380 vehículos eléctricos para sus efectivos, repartidos por todo el territorio nacional. En un principio ya algunas asociaciones de este cuerpo de seguridad mostraban algunos recelos sobre este tipo de coches, al no considerarlos demasiado adecuados para cubrir sus funciones con eficacia.

Guardia Civil
Flota de Nissan Leaf de la Guardia Civil.

El hecho de que se destinen a labores de Seguridad Ciudadana implica que en ocasiones no sean demasiado efectivos de cara a combatir la delincuencia por su ‘escasa’ autonomía. Los Nissan Leaf comprados, con batería de 40 kWh de capacidad, homologan un radio de acción de 270 kilómetros.

Temor a quedarse ‘tirados’ en una persecución

El problema es que en determinadas situaciones o actuaciones, como una larga persecución policial, en la que el coche necesita todo su potencial y rendimiento, esas cifras bajan considerablemente. Por eso existe el temor a quedarse literalmente ‘tirados’ en una situación de este tipo.

Lo curioso de todo esto es que ni siquiera se ha llegado a ello. Los coches están parados porque las instalaciones en las diferentes casas cuartel de la Guardia Civil carecen de cargadores adecuados para poder cargarlos, según ha informado Telemadrid.
El Ministerio de Transición Ecológica tenía previsto instalar cargadores adecuados por su capacidad en, al menos, el 50 por ciento de las instalaciones de este Cuerpo de Seguridad del Estado. Finalmente no ha sido así, por lo que se puede calificar de tremendo revés esta gestión.

Muy lejos de las previsiones

Las previsiones pasaban por haber instalado algo más de 1.100 cargadores destinados a cargar los coches de la Guardia Civil en 2022, pero no ha sido así. De esta manera se hubiera cubierto aproximadamente un 50 por ciento de las instalaciones.
Cabe señalar que la potencia mínima aconsejable de un cargador para vehículos eléctricos puros de estas características debe partir desde los 7,4 kW de capacidad, aunque lo más apropiado sería contar con tomas de corriente continua de alta capacidad que reducen considerablemente el tiempo de carga.

Flota de Nissan Leaf eléctrica para la Guardia Civil.

De esta manera se pasaría de las casi 8 horas que se necesitan para cargar al completo el Nissan Leaf en un cargador de 7,4 kW, a apenas los 30 minutos necesarios para almacenar hasta un 80 por ciento de la energía en una toma de 50 kW en CC.

El coste de estas instalaciones se cubre con fondos europeos, pero no se ha llegado a tiempo. El retraso no salpica solo a la Guardia Civil. Los planes de descarbonización del Ministerio de Transición Ecológica pasaban por haber instalado un total de 45.000 puntos por toda España. La realidad indica que apenas un tercio de las previsiones se ha llevado a cabo.

España, a la cola en movilidad eléctrica

España se encuentra en el vagón de cola en este sentido con respecto a la inmensa mayoría de los países europeos. La aceptación del vehículo eléctrico va mucho más despacio que en el resto de la Unión Europea, y las infraestructuras para poder cargarlos también es mucho menor.

El resultado provoca que las ventas, aunque se van incrementando, vayan despacio. Pero eso es un tema que salpica al conductor particular. El problema es mucho más llamativo en el caso que nos ocupa, ya que disponer de 380 vehículos eléctricos y tenerlos parados por falta de cargadores es algo que cuesta asimilar.

También motos eléctricas para el Seprona

Motos eléctricas de la Guardia Civil.

Algo parecido ocurre con las motos eléctricas que han sido destinadas al Seprona. En total se han adquirido 157 unidades. No cabe duda de que circular con este tipo de vehículos en plena naturaleza y en completo silencio es un alivio para la fauna.

En este caso la menor capacidad de las baterías de las motos alivia un tanto la falta de cargadores, ya que una toma doméstica de 3,7 kW sería suficiente para cargar la pila en apenas unas horas. Sin embargo, el problema de la autonomía se acrecenta porque su radio de acción es bastante inferior al de un coche.