Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y líder de Sumar, no duda en señalar la dirección hacia un futuro sostenible. Sin embargo, lo que parece ser una admirable cruzada ecologista está empañado por una contradicción que no pasa desapercibida: mientras promueve el uso de la bicicleta con propuestas ambiciosas como la instalación de parkings para este medio en edificios públicos, su ministerio dispone de nueve coches oficiales para el traslado de altos cargos. ¿Un caso más de “haz lo que digo, no lo que hago”?
3Las bicicletas, un símbolo de cambio
Las bicicletas son mucho más que un medio de transporte. En el imaginario colectivo, representan una apuesta por el cambio, un compromiso con la sostenibilidad y una renuncia al impacto ambiental de otros métodos de movilidad. Por eso, el mensaje que proyecta Díaz al exigir a los demás un cambio que no aplica a su propio entorno es especialmente desafortunado.
Imaginemos el impacto que tendría que Yolanda Díaz decidiera cambiar los nueve coches oficiales de su ministerio por un sistema de transporte basado en bicicletas. No solo sería una declaración de intenciones, sino también un ejemplo que podría marcar la diferencia. En lugar de fomentar dudas sobre su sinceridad, estaría liderando el camino hacia la sostenibilidad de manera activa y visible.