La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una llamada de atención sobre la creciente antigüedad de los vehículos en España, destacando que más de la mitad de los coches en circulación superan los 12 años.
Esta situación no solo pone de relieve la urgencia de buscar soluciones para renovar la flota y mitigar los efectos negativos asociados a su envejecimiento, sino que también sitúa a España 3,2 puntos por encima de la media europea en cuanto a la edad de los vehículos, según informes de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
A esto se suma que, de acuerdo con diagnósticos realizados por Carly, el 77% de los usuarios descubrieron al menos una falla en sus vehículos, lo que subraya la necesidad crítica de abordar la condición y seguridad de los coches en el país.
1El escenario siempre inquietante
En la encrucijada del desarrollo sostenible y la modernización tecnológica, España se halla ante un reto mayúsculo: el envejecimiento progresivo de su parque automotor. La edad promedio de los coches que recorren sus calles y carreteras no es solo un número; es un termómetro que mide la eficiencia, seguridad y sostenibilidad del transporte en el país.
Con una edad media que supera los 14 años, sobrepasando en 3.2 puntos la media europea, según informes de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), el panorama es inquietante. Esta cifra no solo refleja un crecimiento del 70% desde 2008, sino también un desafío creciente en términos de obsolescencia tecnológica y eficiencia energética.
