El mundo de los Jeep es mucho más que vehículos todoterreno; es una cultura, un estilo de vida que conecta a sus propietarios a través de símbolos y tradiciones que solo los iniciados conocen. Uno de los aspectos más intrigantes de esta comunidad es la presencia de códigos secretos y detalles sutiles que han sido integrados por la propia marca para sus seguidores más apasionados.
Entre estos códigos, destacan los ganchos de remolque de colores brillantes, que no solo cumplen una función práctica, sino que también son un emblema de identidad y distinción para los diferentes modelos de Jeep. Y es que no son un simple accesorio, están diseñados para conectar una cuerda o cadena y remolcar otro vehículo, o incluso para ayudar a sacar a un Jeep atascado en terrenos difíciles. Pero más allá de su funcionalidad, se han convertido en un símbolo del espíritu off-road.
Jeep decidió darle un símbolo a cada uno de sus modelos
Esta tradición de ganchos de remolque coloridos comenzó con el lanzamiento del Jeep Wrangler Rubicon en 2003, que lleva el nombre de un sendero todoterreno en California, fue diseñado para los entusiastas más exigentes del 4×4. Para hacer que este modelo se destacara, Jeep pintó los ganchos de remolque en un rojo brillante, convirtiéndolos en una especie de insignia de honor para aquellos que poseen este icónico vehículo. El color rojo no solo simboliza la robustez y la capacidad del Rubicon, sino también el estatus de pertenecer a una élite de conductores que se atreven a conquistar los terrenos más difíciles.
El código de los ganchos de remolque no se detiene en el Rubicon. Cuando Jeep presentó el Gladiator Mojave, una versión extrema de su pick-up, la marca decidió darle un toque distintivo: los ganchos de remolque en un vibrante color naranja. Este detalle no solo resalta la singularidad del Gladiator Mojave, sino que también refuerza su carácter robusto y aventurero, diseñado para aquellos que buscan emociones fuertes en el desierto y más allá.
Los otros Jeep que cuentan con este símbolo
Otro ejemplo de esta tradición es el Jeep Wrangler Rubicon 392, una edición especial que estuvo disponible por un tiempo limitado. Este modelo, impulsado por un poderoso motor Hemi V8, presentaba ganchos de remolque dorados, un color que reflejaba tanto la exclusividad del vehículo como la potencia bruta que albergaba bajo su capó. El dorado, en este caso, simboliza la riqueza de prestaciones y la herencia de ingeniería de Jeep.
Finalmente, con la introducción del Wrangler 4xe, la marca adoptó el color azul para los ganchos de remolque, un guiño a la industria automotriz que asocia el azul con los vehículos híbridos. Este modelo enchufable no solo representa el futuro de la movilidad sostenible de la firma, sino que también integra el legado del 4×4 en una nueva era de tecnología ecológica.