La seguridad en la carretera es una prioridad indiscutible, especialmente cuando se trata de proteger a los más pequeños de la familia. Cada año, los accidentes de tráfico se cobran la vida de miles de personas en todo el mundo, y los niños son, sin duda, uno de los grupos más vulnerables. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), el uso correcto de los sistemas de retención infantil (SRI) puede reducir hasta en un 75% las muertes y hasta en un 90% las lesiones en caso de accidente. Por eso, si hoy mismo necesitas comprar una silla infantil, es crucial que lo hagas con pleno conocimiento de las regulaciones y mejores prácticas actuales.
1Los criterios en seguridad cambian
La seguridad vial infantil ha dado un paso significativo con la implementación de la normativa R-129, también conocida como i-Size, que ha sustituido a la antigua normativa R-44. Ambos reglamentos han sido fundamentales en la protección de los niños durante los viajes en coche, pero la R-129 introduce mejoras cruciales que elevan los estándares de seguridad. A diferencia de la R-44, que clasifica las sillitas según el peso del niño, la R-129 lo hace según la altura, lo que permite una mayor precisión en la protección ofrecida.
Además, la R-129 exige que los niños viajen en sentido contrario a la marcha hasta los 15 meses, mientras que la R-44 solo requería esta medida hasta que el niño alcanzara los 9 kg. Este cambio es vital, ya que se ha demostrado que viajar en sentido contrario a la marcha reduce significativamente el riesgo de lesiones graves en la cabeza y el cuello en caso de colisión frontal.