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Verdes, rojas, amarillas… No va de Chimo Bayo, sino de las pegatinas de la ITV

La Inspección Técnica de Vehículos, más conocida como ITV, es una especie de ritual para los conductores en España. Mientras que aquellos con coches nuevos pueden no preocuparse por ello durante un par de años, para el resto de nosotros, especialmente los que manejamos vehículos más veteranos, la ITV se convierte en una cita periódica ineludible.

A partir del cuarto año de vida de un vehículo, esta prueba técnica se convierte en obligatoria y repetitiva: bienal hasta que el coche cumpla los 10 años, y anual a partir de ahí. Y de cada visita a la ITV nos llevamos algo muy particular: una pegatina de colores que a veces parece no tener sentido pero que, en realidad, es clave para la seguridad en nuestras carreteras.

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Más allá del parabrisas

Además de la propia revisión técnica, la ITV también es un mecanismo clave para controlar las emisiones contaminantes. Con la presión cada vez mayor sobre los estándares medioambientales en Europa, las inspecciones técnicas juegan un papel crucial en la lucha contra el cambio climático. Los vehículos que no cumplen con las normativas de emisiones son uno de los principales causantes de la contaminación del aire en las ciudades, y la ITV se asegura de que estos coches más contaminantes no puedan seguir circulando.

Si tu vehículo no logra superar la inspección, se te darán dos opciones: si los defectos detectados son leves, puedes seguir conduciendo, pero deberás corregir los problemas y volver a pasar la revisión en un plazo de tiempo determinado. Si los defectos son graves, el coche no podrá circular y deberás solucionarlos antes de acudir nuevamente a la estación ITV.

La ITV no solo es un control técnico, sino también una señal de responsabilidad hacia la seguridad vial y el medio ambiente. Cada pegatina, con su color correspondiente, es un recordatorio de que tu vehículo ha cumplido con los requisitos necesarios para seguir rodando por las carreteras, y de que el ciclo de la ITV continuará, año tras año, pegatina tras pegatina.

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