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Los combustibles ‘Made in Spain’ que alargan la vida de tu coche gasolina y diesel ‘lo petan’

Los combustibles están siendo mas protagonistas que nunca debido a las decisiones administrativas mundiales y globalistas, que se enfrentan al cambio climático, y especialmente dirigidas a la lucha contra las emisiones que el sector automotriz y de transporte, arrojan a la atmosfera.

En este sentido, y en Europa concretamente, el año 2035 es la primera etapa en esta lucha, ya que por decisión política será el año en que los coches de combustión interna, es decir, los tradicionales gasolina y diésel, dejaran de venderse y de producirse.

Fruto de todo ello es la exigente carrera de investigación que las distintas energéticas y petroleras han emprendido, toda vez que el coche eléctrico hizo su aparición en la escena social y económica, para ir ganando cuotas de mercado y no perder el ritmo del progreso. Incluidos en los proyectos de investigación están las alternativas a la energía eléctrica, que tienen su base en los combustibles sintéticos y los renovables.

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Las alternativas al combustible eléctrico

biocombustible

Dentro de estos esfuerzos de investigación y desarrollo, se están explorando diversas alternativas a la energía eléctrica para la propulsión de vehículos, entre las que se incluyen los combustibles sintéticos y los biocombustibles.

Los combustibles sintéticos, también conocidos como e-fuels, se producen a partir de la captura de dióxido de carbono y la utilización de energía renovable para su fabricación, lo que los hace neutros en carbono o incluso negativos en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. Los biocombustibles, por otro lado, se derivan de fuentes renovables como cultivos agrícolas o residuos orgánicos.

Estas tecnologías representan una alternativa potencial a los vehículos eléctricos, especialmente en sectores donde la electrificación completa puede ser más desafiante, como la aviación o el transporte marítimo de larga distancia. Sin embargo, aún existen desafíos técnicos, económicos y de infraestructura que deben superarse para que los combustibles sintéticos y los biocombustibles se conviertan en opciones viables a gran escala.