La Unión Europea ha dado un giro significativo en su política de combustibles en los últimos meses, transformando lo que inicialmente parecía ser una prohibición categórica en una medida más matizada.
La confirmación oficial de este cambio de rumbo tiene sentido en la aprobación de la Euro 7 light, que establece límites a las emisiones de microplásticos de neumáticos y ferodos, mientras que la UE ha decidido dar la bienvenida oficialmente a los productos sintéticos.
También conocidos como e-fuels, representan una esperanza en la búsqueda de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los impactos ambientales asociados con el transporte.
3Considerados neutros en emisiones
Los sintéticos son producidos a partir de fuentes no fósiles, como la energía solar o eólica, utilizando procesos químicos para sintetizar hidrocarburos líquidos. A diferencia de los combustibles convencionales, cuya extracción y refinación contribuyen significativamente a las emisiones de carbono, los e-fuels se consideran neutros en emisiones de carbono cuando se producen utilizando fuentes de energía renovable. Esto los convierte en una opción atractiva en la búsqueda de reducir la huella de carbono del sector del transporte.
El proceso de producción de combustibles sintéticos implica la captura de dióxido de carbono (CO2) del aire o de fuentes industriales y su combinación con hidrógeno producido a partir de energía renovable. Esta reacción química resulta en la formación de hidrocarburos líquidos, que pueden ser utilizados como combustibles para vehículos con motor de combustión interna, sin generar emisiones adicionales de CO2 cuando se queman.