Indudablemente, la tecnología aplicada a la comodidad del coche ha llegado a límites que parecían impensables hace tan solo unos años. Estos son sistemas tan novedosos, como los sensores de lluvia para limpiar el parabrisas de una manera automática o los sensores de luz en los faros, cuya activación va en función de las condiciones lumínicas del momento. Además, aportan seguridad y ayudan a reducir distracciones al volante.
A continuación, en el artículo te explicaremos cómo funciona dichos elementos y la forma en que debes reemplazarlo en caso de avería.
7Faros halógenos, las habituales
Estas son las tradicionales y las más económicas. La única diferencia que tienen con las que se utilizan en los hogares es que en su interior llevan gas para potenciar su capacidad de iluminación. Pues, son simples de intercambiar y montar. Por el contrario, su duración suele ser limitada (unas 500 horas) e iluminan menos espacio (unos 60 metros las luces de cruce) y con menor intensidad que el resto de sistemas.