Empiezan las vacaciones para muchos afortunados y un clásico de todos los prolegómenos de los viajes: «habrá que inflar las ruedas». Es importante mantener la presión correcta de los neumáticos de tu coche para la seguridad y para minimizar su desgaste y el consumo de combustible. Es del abc del conductor. Un neumático con baja presión es más susceptible a reventarse.
Antes de nada, aunque parezca de perogrullo la cosa, cabe tener en cuenta que las comprobaciones se deben realizar antes de emprender un viaje por carretera y no durante este, pues el rozamiento de los propios neumáticos con el asfalto hace que aumente la temperatura en el interior de estos, lo que también implica un incremento en la presión, provocando una lectura incorrecta, más o menos 0,2 o 0,3 bares superior.
1¿Con qué inflar las ruedas?
Si eres lego en la materia no estarás demasiado familiarizado con el uso del manómetro, precisamente. Se trata de un instrumento que está presente en la mayoría de estaciones de servicio de nuestro país y cuya utilización es tremendamente sencilla e intuitiva… No hace falta ser un manitas. Su uso puede requerir del pago de una pequeña cantidad de dinero en algunas gasolineras.
Y es que, tradicionalmente, este trámite del buen conductor salía gratis… pero eso eran otros tiempos. Ahora, normalmente tienes que pagar un incómodo euro que a veces incluso puede desmotivar a la hora de llevar a cabo una tarea que parece tan sencilla. Lo que no es sencillo es saber exactamente la presión con la que deben contar los neumáticos y que desvelaremos a continuación.