La reciente erupción del volcán Etna, ocurrida el 16 de julio de 2024, ha dejado a muchos propietarios de vehículos en Sicilia y zonas cercanas lidiando con la problemática de la ceniza volcánica acumulada sobre sus coches. Este fenómeno natural, aunque impresionante, trae consigo una serie de retos para el mantenimiento y la conservación de nuestros vehículos. Limpiar un coche cubierto de ceniza volcánica no es una tarea trivial; requiere cuidado y atención para evitar daños permanentes.
La ceniza volcánica es una sustancia altamente abrasiva y corrosiva. Está compuesta de pequeñas partículas de roca, vidrio volcánico y minerales, que pueden causar estragos tanto en el exterior como en el interior de un coche. Sin una limpieza adecuada, estas partículas pueden rayar la pintura, obstruir los filtros de aire y dañar el motor, sin mencionar el impacto negativo en la visibilidad si se acumulan en los cristales.
1Daños potenciales de la ceniza volcánica
- Pintura y carrocería: La ceniza volcánica es muy abrasiva. Si no se elimina correctamente, puede rayar la pintura y corroer la carrocería del coche. La combinación de ceniza y humedad puede formar una pasta similar al cemento, lo cual incrementa el riesgo de daños permanentes.
- Cristales: La acumulación de ceniza en los parabrisas y ventanas puede afectar severamente la visibilidad. Si se utilizan los limpiaparabrisas sin antes limpiar la ceniza, se corre el riesgo de rayar el vidrio.
- Neumáticos y frenos: La ceniza puede acumularse en los frenos y en los espacios entre los neumáticos, reduciendo su eficacia y aumentando el desgaste.
- Filtros de aire: La ceniza puede obstruir los filtros de aire del motor y del sistema de ventilación, lo cual afecta el rendimiento del coche y puede causar sobrecalentamiento.
- Tapicería y superficies interiores: Si la ceniza entra al interior del coche, puede dañar la tapicería y los componentes electrónicos. La limpieza de estas áreas debe hacerse con extremo cuidado para evitar daños mayores.