Ser adivino es imposible. Nadie tiene una bola de cristal para saber si el día va a ser bueno o malo… y una de las cosas que nos lo pueden amargar es una inoportuna avería. Pagaríamos para saber cuál es la vida útil de los componentes más sensibles de nuestro coche porque conocer cuántos kilómetros les queda nos podría ayudar a prevenir antes que curar. Conseguir esto es posible con el embrague.
Puede parecer progresivo, pero en realidad el periodo entre un embrague que está en buen estado y otro que ha dejado de funcionar correctamente es muy corto. De la noche a la mañana, nuestro embrague puede comenzar a dar problemas y este carácter imprevisible propicia que tengamos que hacer una sencilla prueba.
2¿El motor se revoluciona demasiado? Puede ser otra señal
Hay otros síntomas que son claros avisadores de que algo no va bien con el embrague. Si al acelerar el coche, el motor se revoluciona más de lo lógico, de manera desacompasada, y ves que no estás ganando velocidad de forma proporcional, lleva tu vehículo al taller en cuanto puedas porque será sinónimo casi seguro de un problema con el embrague… aunque puede ser también fácilmente confundible con otros problemas, por eso ha de revisarlo un profesional.