La movilidad urbana está en plena revolución, y los jóvenes de entre 18 y 30 años son los protagonistas de este cambio. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos medioambientales y de sostenibilidad, este grupo de la población demuestra una clara inclinación hacia alternativas que dejan atrás los combustibles fósiles y abrazan la innovación y la tecnología. El día a día de los jóvenes en ciudades como Madrid o Barcelona ya no gira en torno al vehículo particular de combustión, sino que incorpora opciones como el transporte público, la micromovilidad y el uso compartido de coches, redefiniendo cómo entendemos el desplazamiento en las grandes urbes.
3El coche compartido: una solución eficiente y económica
El concepto de compartir coche no es nuevo, pero su popularidad ha crecido de manera significativa entre los jóvenes. En 2024, el 57% de los jóvenes ha compartido coche de forma habitual, y el ahorro económico se presenta como el principal motivo, seguido por la comodidad y la conciencia ecológica. En un contexto de inflación y aumento en el costo de vida, el coche permite a los jóvenes reducir gastos mientras contribuye a reducir el tráfico compartido en horas punta y las emisiones de gases contaminantes.
Esta práctica se realiza en su mayoría entre conocidos, como compañeros de trabajo, lo cual facilita la organización y reduce los costes de desplazamiento. Es, además, una opción que se alinea con el interés de los jóvenes por la sostenibilidad y por un estilo de vida más colaborativo. Los beneficios del coche compartido no solo se reflejan en el bolsillo, sino también en la reducción del impacto ambiental, y su adopción continúa creciendo.