Comprar un coche usado puede parecer una ganga, pero a veces lo barato sale caro y el propietario de un Toyota Highlander lo descubrió de la peor manera. Tras pagar 5.000 euros por un modelo de 2001 con poco más de 160.000 km, se encontró con una factura de reparaciones que rozaba los 9.000 euros. Lo que pensó que sería una revisión de rutina acabó convirtiéndose en una lista interminable de arreglos costosos.
Según relató en un foro en línea, el coche presentaba una extraña vibración en la parte delantera, cerca del volante. Decidió llevarlo a un taller para revisarlo, pero lo que encontró fue una larga lista de problemas mecánicos. Entre los arreglos recomendados se encontraban la sustitución de los amortiguadores y puntales en las cuatro esquinas del vehículo, algo que, si bien es común en pares delanteros o traseros, resultaba excesivo para las cuatro ruedas al mismo tiempo.
El presupuesto para arreglar este Toyota
El presupuesto no paró ahí. También se incluyeron nuevos brazos de control inferiores y enlaces de barra estabilizadora para la parte delantera del Toyota. Según el mecánico, estos elementos podían estar contribuyendo a los ruidos extraños reportados por el propietario. Sin embargo, muchos consideraron que la inclusión de otros servicios en el presupuesto comenzaba a parecer sospechosa.
Uno de los puntos que más llamó la atención fue el coste de montar y balancear los neumáticos. El taller cobraba 212 euros por esta tarea, además de venderle los neumáticos por 611 euros y ofrecerle un plan de protección por otros 100 euros. Esto generó dudas, ya que muchos talleres incluyen el montaje y balanceo sin costo adicional si los neumáticos se compran en el mismo lugar.
Más problemas que aumentaron el pago del arreglo del Toyota
Otro detalle llamativo fue la inclusión de una alineación por partida doble y un reemplazo de batería con un servicio adicional de limpieza de bandeja y terminales por 89 euros. Sin embargo, lo que realmente disparó los costos fueron los 1.158 euros presupuestados para reemplazar los frenos traseros, hacer un lavado de líquido de frenos y limpiar el aceite después de la reparación de una fuga.
Muchos usuarios en línea recomendaron al propietario del Toyota buscar una segunda opinión antes de aceptar el costoso presupuesto. Aunque algunas de las reparaciones podían ser necesarias, el listado de arreglos sugeridos y sus altos costos hacían pensar que el taller podría estar inflando los precios. En todo caso, esta historia deja una lección clara: comprar un coche usado puede ser una ganga, pero siempre hay que estar preparado para gastos inesperados.