En el incansable afán de los fabricantes de coches por reducir el consumo de combustible y las emisiones, una estrategia sobresale entre los demás: el downsizing. Este enfoque implica la reducción del tamaño del motor, ya sea mediante la disminución de cilindrada o la eliminación de cilindros.
Sin embargo, es este último método el que está captando la atención de la industria automotriz en la actualidad. La reducción a tres cilindros no solo se traduce en consumos más bajos y costos de producción potencialmente reducidos, sino que también está redefiniendo la experiencia de conducción para mejor.
4Motores para utilitarios
A pesar de los avances tecnológicos y las mejoras en el rendimiento, los motores tricilíndricos aún no han logrado igualar las prestaciones y refinamiento de los motores de cuatro cilindros en todos los aspectos. En términos de consumo real, algunos motores de cuatro cilindros con sobrealimentación han demostrado ser más eficientes que sus equivalentes tricilíndricos. Además, la limitación de cilindrada hace que los motores tricilíndricos sean más adecuados para vehículos pequeños y compactos, dejando fuera de su alcance a los vehículos más potentes y «sedientos» de combustible.
En resumen, los motores tricilíndricos representan una opción viable para vehículos medianos y pequeños donde la eficiencia y el consumo son prioritarios. Sin embargo, para aquellos que buscan un rendimiento excepcional y una mayor garantía de fiabilidad, los motores de cuatro cilindros siguen siendo la elección más acertada. En última instancia, la decisión de optar por un motor tricilíndrico debe basarse en una evaluación exhaustiva de sus beneficios y limitaciones, reconociendo que, si bien ofrecen ventajas significativas, aún no pueden igualar completamente el refinamiento y el desempeño de sus contrapartes de cuatro cilindros.