Con la mirada puesta en 2035, fecha en que la Unión Europea tiene previsto prohibir la venta de vehículos de combustión interna (diésel y gasolina), los productores y refinadores de combustibles han puesto toda la esperanza en el sintético. Y si bien esta fecha es una intención dentro de la agenda que prevé las nulas emisiones de carbono en el año 2050, lo que no se puede obviar es el indudable avance de los coches eléctricos, que serán los únicos que se podrán comprar como nuevos.
3Nuevo escenario con Zero Petroleum
Y en esta tesitura, los fabricantes de automóviles han entendido que ante la anunciada muerte de los motores de gasolina y/o diésel, la opción del combustible sintético y la comercialización de coches movidos por este consumible neutral, a la hora de cuantificar sus emisiones, es una vía de escape viable.
Así todo esta encaminado hacia una pelea de estrategias científicas y comerciales dentro del mismo sector automovilístico, debido a que las agendas políticas caminan hacia la electrificación, pero no impiden el desarrollo, la investigación y la inversión en las opciones que el combustible sintético puede ofrecer.
De tal manera los progresos en esta materia ya se vienen conociendo, concretamente desde la compañía Zero Petroleum, que ha desarrollado un combustible sintético neutro en carbono y en su proceso de producción hacen lo que explicábamos hace un momento: captan carbono del aire en cantidades superiores a las de sus emisiones. Su e-fuel, además, se puede usar en motores de gasolina y diésel sin tener que adaptarlos.