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¿Buscas una moto de segunda mano? Estos son todos los gastos que debes tener en cuenta

Comprar una moto de segunda mano es una opción cada vez más popular entre los aficionados al motor. Ya sea por el ahorro significativo respecto a un modelo nuevo, la rapidez en encontrar el vehículo deseado, o la amplia oferta disponible, el mercado de usadas no deja de crecer.

De hecho, según datos de AMV, líder en la comercialización online de seguros de motos, en 2023 se vendieron en España casi medio millón de ocasión. Por cada moto nueva matriculada, se vendieron dos de segunda mano. Pero, ¿conoces todos los gastos asociados a la compra de una moto usada?.Te desglosamos los gastos más importantes que debes considerar para que tu compra sea un éxito.

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La legalidad de la moto y la reserva de dominio

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Antes de tomar la decisión de compra, es fundamental conocer el estado legal. La Dirección General de Tráfico (DGT) ofrece varios tipos de informes sobre el vehículo, siendo los más útiles el informe reducido y el informe completo. El informe reducido es gratuito y ofrece datos básicos, como la fecha de matriculación o posibles impedimentos para la transferencia. El informe completo, con un coste de 8,67 euros, incluye información más detallada, como el historial de ITV, kilometraje, propietarios anteriores y posibles cargas sobre el vehículo.

Este paso es esencial para evitar sorpresas desagradables, como descubrir que tiene embargos o deudas pendientes.

En algunos casos, las usadas pueden estar financiadas, lo que significa que tienen una reserva de dominio. Esta cláusula, registrada en la DGT, indica que la propiedad del vehículo sigue siendo del banco hasta que se liquide el préstamo. Si compras una con reserva de dominio, es necesario cancelar esa cláusula antes de poder transferir la titularidad.

El proceso de cancelación incluye obtener una nota simple en el Registro de la Propiedad, pagar la deuda pendiente y registrar la cancelación. Estos gastos suelen ser responsabilidad del vendedor, pero es posible negociar que el comprador asuma la deuda o adelantar el pago para que el vendedor pueda liquidar el préstamo.

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