En una sorpresiva decisión, el Govern ha anunciado la suspensión inmediata de las subvenciones para la compra de patinetes y bicicletas eléctricas en la comunidad autónoma. Esta medida ha generado controversia, ya que hasta ahora, estas ayudas estaban destinadas a fomentar la movilidad sostenible y la transición hacia medios de transporte más eficientes.
Analizaremos los motivos detrás de esta decisión, los beneficios que se han perdido y las posibles implicaciones para el futuro de la movilidad en la región.
2Implicaciones del freno en las ayudas
El anuncio de la suspensión de las subvenciones para patinetes y bicicletas eléctricas ha generado desconcierto y preocupación entre aquellos que veían en estas ayudas una oportunidad para impulsar la transición hacia medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente. La partida de un millón de euros, destinada a la movilidad compartida y la micromovilidad, ahora se encuentra en un limbo, dejando en duda el compromiso continuo con una transición energética en las islas.
Además, la controversia inicial sobre el uso de la ecotasa para financiar estas ayudas se ha intensificado con la suspensión. ARCA presentó un recurso argumentando que los vehículos subvencionados podían afectar la seguridad colectiva y que no era apropiado financiarlos con fondos de la ecotasa. Esta suspensión parece respaldar las preocupaciones planteadas, pero también plantea interrogantes sobre la dirección futura de la financiación para la movilidad sostenible en la región.