Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) han llegado a España como parte de un esfuerzo por reducir la contaminación en las ciudades. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a establecer áreas restringidas para vehículos contaminantes, con el fin de mejorar la calidad del aire. Aunque Madrid y otras grandes ciudades ya han introducido restricciones, ninguna comunidad autónoma ha prohibido los coches con etiqueta B… hasta ahora.
3Reacciones y desafíos de la transición
La prohibición de coches con etiqueta B en Cataluña no ha pasado desapercibida. Muchos conductores se muestran preocupados, pues tendrán que buscar alternativas para sus vehículos, lo que supone un coste considerable. Sin embargo, la Generalitat ha manifestado su intención de dar ayudas económicas a quienes tengan que cambiar su coche por otro menos contaminante y a fortalecer las opciones de transporte público.
El cambio no será sencillo. Prohibiciones de este tipo implican una transformación notable en los hábitos de movilidad. Además, el coste de reemplazar su coche podría ser prohibitivo para algunos conductores, lo que convierte el apoyo institucional en un factor clave. Para las autoridades, la medida representa un paso hacia la movilidad sostenible, pero también una responsabilidad adicional en la creación de soluciones accesibles para la ciudadanía.