Para Ferrari, su marca y nombre es mas que todo eso. Bien puede afirmarse que existe un modo de vida Ferrari, y así lo demuestran las condiciones que el fabricante exige a sus compradores.
No cumplir estas exigencias e incluso el propio comportamiento después de haber adquirido uno de estos modelos tan exclusivos, puede enviarte a su lista negra y entonces olvídate para siempre de tener uno en tu garaje.
1Algo que el dinero no puede comprar
El dicho popular reza que el dinero todo lo puede. Y negarse a esta evidencia en muchos casos es inútil. Ciertamente una cartera abultada y repleta de billetes es una gran ventaja para adquirir coches de lujo y entrar así en la lista de conductores con prestigio, no importa si este, lo da la marca o se tenía antes de comprar el coche.
Pero quien si puede decidir a quien vende su producto, y con intenciones de proteger su reputación es desde luego el fabricante del producto. Las grandes marcas cuidan este detalle de forma especial. Grandes famosos han sido sus clientes, grandes fortunas han ido de la mano de ellas, y la confluencia dinero y fama, han sido pareja de baile a lo largo de la historia del automovilismo.
Pero los garbanzos negros existen, y claro esta «de todo hay en la viña del Señor», y Ferrari en concreto esta por la labor de que nada ni nadie, estropee un «cocido» que funcionó, funciona y no dejara de hacerlo.