Según lo esperado, Audi pone en el mercado su primer eléctrico y lo hace a lo grande; dispuesto a inaugurar la época eléctrica en la marca y abrir camino a sus competidores. Dicen que el que da primero da dos veces y es una gran verdad; si no, que se lo pregunten a Tesla, que parecía haber inventado el coche eléctrico. Audi ahora da el primero del resto de marcas con este e-tron y tiene pinta de que dará más de dos veces.
Porque de un plumazo, a Tesla se le acaba el chollo de ser el único modelo premium cien por cien eléctrico. Hasta ahora Tesla no tenía con qué compararse y posiblemente eso es lo que ha multiplicado su éxito. Pero eso se ha acabado en cuanto llega un rival que juega con las mismas cartas tecnológicas que la firma de Elon Musk y las completa con lo que no tiene Tesla: conocimiento y experiencia en la fabricación de coches.
El primero de una gran familia
El e-tron, además dará fuerte a sus riveles entre los que ya están a punto Mercedes con el EQC y Jaguar con el I-Pace y ese llegar primero posiblemente supondrá una ventaja para la firma de los aros.
El e-tron es el primero de una inminente familia de eléctricos y como buen precursor en esa misión de abrir el camino al futuro de la movilidad de Audi lo borda. Es lo que cabría esperar que hiciera Audi con su primer eléctrico, un coche eléctrico pero no tuviera nada que envidiar a cualquier otro Audi de combustión.
Para empezar, es un acierto la elección del tipo de carrocería, los crossover están de moda y eso acerca el interés de los clientes más que otro tipo de carrocerías. Pero es que, además, con su tamaño, el e-tron será la alternativa como coche familiar perfecta. Por tamaño interior, capacidad de maletero, habitabilidad, etc, el e-tron nada tiene que envidiar a modelos como el Q5 o el Q7, entre los que se sitúa por tamaño; o con el Q8, que podría ser sus 'rival más natural' en la gama alemana. Si a eso unimos una calidad de acabados y materiales sobresaliente, como en cualquier Audi, el primer aspecto se salda con nota.
La apuesta por el dinamismo también es otro de los valores seguros de la marca alemana. El e-tron es eléctrico, pero no es una nave espacial para que nos lleve a Marte; sino un coche pensado para conducir y disfrutar de cada kilómetro. Su construcción, con las baterías ocupando toda la parte inferior le permite ofrecer un aplomo y estabilidad al mismo tiempo que 'disimula' su peso. Pero hay más, porque sus dos motores asíncronos, al trabajar cada uno sobre un eje garantizan que la tracción sea la correcta en cada momento. En situaciones de uso normal, el e-tron se moverá como un tracción delantera; pero si le exigimos, el par se transmitirá a los dos ejes y tendremos un auténtico quattro… como no podía ser menos.
Estrena los Virtual Exterior Mirrors
Y qué decir del aluvión tecnológico que se nos viene encima con este e-tron. Porque en cada parte de este nuevo modelo se puede adivinar las cifras de inversión en I+D de la marca alemana. Estrena dispositivos y tecnologías a la altura de un precursor, como los Virtual Exterior Mirrors que sustituyen a los clásicos retrovisores -aunque hay que acostumbrarse a ellos-, el sistema de recuperación de la energía -con un nuevo sistema de frenada inteligente- que con solo levantar el pie del acelerador ya comienza a frenar y recuperar energía. O una aerodinámica depuradísima con elementos como la suspensión adaptativa o la carcasa de aluminio que cubre los bajos y protege las baterías al mismo tiempo que reduce el coeficiente aerodinámico hasta lograr un Cd de 0,27 con los nuevos retrovisores, lo que puede significar un aumento de la autonomía de hasta 35 kilómetros respecto a un modelo similar con motor convencional.
Si a eso añadimos elementos ya vistos en los Audi de combustión, como los sistemas de infotainment -ofrecerá de serie el MMI Navegación Plus con punto de acceso wifi incluido- renovados y mejorados para la ocasión con nuevas funciones, como el navegador que dispone de un planificador de rutas e-tron que incluye puntos de recarga y selecciona los más recomendables en función del estado de la batería del coche, de las circunstancias del tráfico…
Y rematamos con todos los sistemas de ayuda a la conducción que ahora mismo tiene Audi en su mano -es prácticamente lo mismo que decir que son todos los sistemas que hay en el mercado- entre los que solo destacamos dos que son básicos para este modelo al trabajar juntos. El e-tron combina el asistente de crucero adaptativo con el asistente de eficiencia, de forma que puede frenar o acelerar de forma predictiva tomando como base los datos que recibe el coche a través de cinco sensores de radar, seis cámaras, doce sensores de ultrasonidos y un escáner laser. Se puede decir que controla absolutamente el entorno y toma decisiones sobre lo que ve y también sobre lo que va a ver.
Un último apunte tecnológico; el e-tron también va a ser un innovador en cuanto al concepto -tan de tecnológico- de su capacidad de actualización. Será el primer modelo de Audi que permitirá añadir funciones online una vez comprado, como por ejemplo, actualizar los faros LED a la opción superior Matrix LED o añadir funciones de infotainment como la radio digital o el interface para el Smartphone.
Tiene 408 CV y 665 Nm
Todo este arsenal de innovación debe tener su reflejo en carretera, en la conducción… Y eso hemos podido comprobar en la presentación internacional del modelo realizada en Abu Dhabi. Nos ponemos al volante de un e-tron en el que, para empezar al entrar, todo es Audi, la disposición de los mandos, las pantallas, el cuadro de instrumentos con su Virtual Cockpit; solo la palanca de cambios es un poco diferente en su forma y en su uso, pues en lugar de mover toda la palanca solo hay una zona que se desplaza para seleccionar la marcha. Todo, por tanto, nos suena familiar… Hasta que llegamos a los retrovisores, sustituidos en la parte exterior por una cámara y en la parte interior por dos pantallas a las que hay que acostumbrarse por la posición en la que están -la vista se nos va fuera-. Su posición se regula tocando la pantalla y cuesta un poco encontrar el ángulo de visión ideal.
Conseguido esto, arrancamos… en silencio. El e-tron es todo un Audi, pero no suena. Y eso nos sorprende al principio, pues esperamos ese 'bruuuuum' de coche 'gordo'. Ponemos el selector en posición D y el coche comienza a moverse con exquisita suavidad, como si se deslizara. Todo es lineal y progresivo, algo habitual en los eléctricos y sumamente agradable si tenemos tacto con el acelerador. La dirección es suave, pero firme y precisa; con mucho tacto. Pero no olvidamos que bajo el capó nuestros motores eléctricos suman 408 caballos y 665 Nm: por eso si aceleramos con decisión, con la misma suavidad, disfrutaremos de un empuje sorprendente que parece no tener fin.
Y si levantamos el pie del acelerador inmediatamente notamos la capacidad de retención de su sistema de frenado inteligente; una capacidad de retención que no es incómoda en absoluto y a la que nos acostumbramos en minutos. Y que en un uso normal en circulación urbana, rotondas, etc, prácticamente evita tener que frenar. Y cuando hay que hacerlo, los frenos ofrecen un tacto perfecto, como cualquier freno convencional.
La capacidad de regeneración también se controla con unas levas en el volante para aumentar la retención si 'bajamos' de marcha o aumentar el dinamismo si 'subimos'. El recorrido por las excelentes carreteras de Abu Dhabi -con largas rectas y excelente asfalto- nos lleva hasta la úniza zona montañosa del país, donde subimos hasta un mirador situado a 1.300 metros de altura. Y ahí, en esa subida con cerradas curvas, el e-tron se desata. Con su capacidad de aceleración y recuperación, sube como una exhalación. Gira muy plano en las curvas, con ese aplomo del que hablábamos, lo que aumenta la confianza al volante. Se puede ir muy rápido con él y siempre contando con esos 665 Nm de par siempre a tu disposición con solo pisar el acelerador con decisión. Divertida al máximo esa subida, aprovechamos la bajada para recuperar baterías al máximo y tras la bajada nuestra autonomía vuelve a la cifra que marcaba antes de empezar la subida.
El recorrido, hasta cumplir los 400 kilómetros que hacemos con el e-tron continúa con una zona de pistas en la que con el modo allroad (el e-tron tiene siete modos de conducción) se comporta como un todocamino perfecto, como si fuera un A6 allroad y en el que la capacidad de tracción es excelente. Una zona de dunas y un recorrido off road también nos demuestran que no tiene nada que envidiar por capacidad fuera de carretera al Q5 o Q8, por ejemplo.
Y con esto, llegamos de nuevo a Abu Dhabi, donde ponemos punto y final al recorrido con un coche que nos ha sorprendido por su tecnología eléctrica; pero que nos ha dado lo que esperábamos de un Audi.