Marcaron una época, pero con la llegada en masa de los SUV, prácticamente podemos contar con los dedos de una mano modelos que presuman de ser 'todoterrenos de verdad'. Y entre ellos se mantiene firme y poderoso el Toyota Land Cruiser, modelo que se comercializa en 195 países y del que se han vendido más de 9,5 millones de unidades a los largo de sus 67 años de historia.
Este auténtico líder se ha sometido a una profunda actualización. Mantiene las carrocerías con tres y cinco puertas, pero rediseña su imagen exterior, optimiza el interior e incrementa su carga tecnológica, sobre todo en materia off road. Mantiene sin cambios el propulsor diésel de cuatro cilindros de 2.8 litros y 177 caballos de potencia, el único disponible, así como la transmisión manual o automática, ambas de seis relaciones.
Visibilidad mejorada
El diseño exterior es más Premium. El frontal tiene mayor apariencia debido a sus líneas más horizontales y la nueva forma de los faros y la parrilla. El capó presenta una 'rebaje' en su parte central que facilita la visión en conducción off road, mientras que en la zaga la nota más destacada son los nuevos pilotos, rediseñados y con tecnología Led, así como un nuevo paragolpes más redondeado en sus formas.
También el interior se actualiza. Nuevos son el cuadro de mandos, la consola central del salpicadero, incluida una pantalla táctil ahora de 8 pulgadas, y hasta el volante y el pomo de la palanca del cambio son heredados directamente del exclusivo LC 200. También se viste con nuevos materiales de más calidad. La versión cinco puertas presenta siete plazas de serie desde el acabado VX. Se ha incrementado el confort con el estreno de unos asientos delanteros ventilados (además de calefactados) y un sistema de climatización ajustable para los pasajeros traseros.
Toda la gama Land Cruiser recurre a la tracción total con bloqueos del diferencial central y del trasero. Este último es nuevo, ya que recurre a un bloqueo tipo Torsen, más efectivo en situaciones comprometidas de escasa adherencia o terreno desigual o accidentado.
Asistente de avance activo
En materia off road estrena un sistema de visión bajo el vehículo que se complementa con las imágenes de la cámara 360º que proporciona una visión cenital. Otro elemento que incrementa y facilita las cosas en situaciones comprometidas es el nuevo sistema de avance activo Crawl Control, que permite avanzar a una velocidad constante sin necesidad de pisar el acelerador. De esta forma este asistente actúa sobre el motor y los frenos con el fin del que el conductor sólo mantenga su atención sobre la dirección. Esta tecnología se complementa con otros elementos, como el control de asistencia en descenso DAC, de arranque en pendientes HAC, el control activo de la tracción A-TCR o el sistema Multi-Terrain MTS, por el cual el conductor puede elegir entre cinco tipos de superficies: Roca, Roca y polvo, Gravilla, Badenes y Barro o tierra.
Con toda esta avalancha tecnológica, además de una suspensión variable adaptativa, la caja reductora, unos generosos ángulos de ataque (31º) y salida (26º), un ángulo máximo de pendiente de 44º y una profundidad de vadeo de hasta 70 centímetros, convierten a este modelo en una de las mejores bazas del mercado en conducción off road.
Tuvimos ocasión de probar el Land Cruiser cinco puertas, con transmisión automática y neumáticos de serie 265 / 55 R19 en un exigente circuito con todo tipo de obstáculos, y lo cierto es que sorprende por su eficacia. Y lo mejor de todo es con la facilidad que lo hace y el confort que transmite en su interior. Severos cruces de puentes, bajadas y subidas pronunciadas, planos inclinados… basta con ir aplicando los diferentes asistentes que ofrece y los bloques del diferencial central y trasero, amén de la caja reductora, para salir airosos de prácticamente cualquier reto. Incluso por pistas con barro y escasa adherencia cumplió con nota y sólo en zonas muy arcillosas, con una considerable rampa en ascenso, tuvo que renunciar debido a su considerable peso (2.250 kilos el 5 puertas) y a que la banda de rodadura de las gomas (no específicas para uso off road intensivo) no eran capaces ya de agarrar y expulsar el barro de su dibujo.
La gama se estructura entre los acabados con un claro enfoque profesional, GX y VX y que protagonizan un 70 por ciento de las ventas, y las destinadas a particulares, VXL y Limited. El acabado VXL será la base del mercado particular y en su dotación de serie contempla el Toyota Safety Sense, bloqueo del diferencial trasero, techo solar, cristales oscurecidos, sensor de lluvia, faros delanteros Led, llantas de aleación 19 pulgadas, sistema de suspensión adaptativa kinética, tapicería de cuero, asientos ventilados o asientos calefactados delanteros y traseros. El precio, con el cambio automático como única opción, es de 57.000 euros.
PRECIOS
GX manual 40.600 euros
VX manual 44.600 euros
VX AT 47.100 euros
VXL AT 57.000 euros
Limited AT 66.400 euros
