Kia nos mostraba hace poco cómo iba a ser la segunda generación del Niro, uno de los tres pilares principales en las ventas de la marca. Ahora, coincidiendo con su llegada a los concesionarios, hemos podido realizar un primer contacto para ver su evolución y conducir el nuevo Kia Niro.
Con una longitud de 4,42 m, una anchura de 1,83 m y una altura de 1,57 m, la carrocería crece ligeramente. Con una distancia entre ejes de 2.72 m. Exteriormente la evolución en el diseño es evidente. Sobre un perfil parecido, muestra una imagen más transgresora, con unas atrevidas vistas frontal y posterior. Y también su interior ofrece una importante actualización en todos los sentidos. Por calidad visual de materiales, ergonomía y tecnología.
2Mayor rendimiento para el Niro híbrido HEV
Así, el nuevo Niro mantiene las opciones de motorización que ya tenía su antecesor, con una importante evolución para un mayor rendimiento y eficiencia. Un híbrido autorrecargable, un híbrido enchufable y la variante eléctrica. Los primeros sobre el eficiente motor Kia Smartstream 1.6 GDI de gasolina, de inyección directa y turboalimentado, que rinde 105 CV. En asociación a través de un cambio automático de doble embrague 6DCT, con un motor eléctrico. Los engranajes optimizados incrementan la eficiencia de la transmisión, que está desprovista de la marcha atrás: esto redunda en el ahorro de peso (2,3 kg). Es el motor eléctrico el que efectúa la marcha atrás.
El propulsor eléctrico es ahora más potente que en la primera generación, con 43,5 CV (32 kW), alimentados por una batería de polímero de litio de 1,32 kWh. En combinación con el propulsor térmico, la potencia máxima es de 141 CV y el par máximo de 265 Nm. Arranca en eléctrico y de esta forma puede moverse al maniobrar si tratamos con delicadeza el acelerador.
El Niro HEV se siente más potente, sale mejor de los virajes y se muestra más resolutivo a la hora de adelantar y de moverse en vías rápidas. Pero lo más llamativo es la sensación que nos llevamos de la capacidad de recargar la batería en marcha, que hace más difícil agotarla que antes. Con pocos momentos en carretera en los que no disponemos del aporte extra del propulsor eléctrico.
Anuncia una velocidad máxima de 165 km/h, acelerando de 0-100 km/h en 10,4 segundos. Y un consumo medio de 4,4 l/100 km. Una cifra nada disparatada, pues nosotros nos hemos movido en 4,9 l/100 km, con una conducción tirando a ‘alegre’.
Las mejoras recibidas por el nuevo Niro en suspensión y dirección aumentan el compromiso entre comportamiento y confort. La suspensión MacPherson delante y multibrazo en el eje posterior muestran un buen ajuste, confiriendo al nuevo Niro una excelente calidad de rodadura. Lo que se hace notar también en el silencio de marcha alcanzado.
La dirección transmite con fidelidad lo que ocurre bajo las ruedas delanteras, con un buen tacto. Con una carrocería que muestra un apoyo equilibrado en su paso por curva, con poco balanceo de la carrocería a pesar de unas suspensiones suaves.