Un millón y medio de conductores en los cinco continentes desde 2013 confirman que el Renault Captur es uno de los grandes éxitos de la marca francesa en los últimos tiempos; y posiblemente su modelo más internacional, pues se vende en más de 70 países y triunfa por igual en todos los territorios. En Europa, de hecho, es líder indiscutible de su clase, donde en 2018 ha vendido más de 310.000 unidades -y este 2019, el año de su adiós, en los primeros seis meses se han comercializado 166.000 unidades-. Un éxito nacido, desarrollado y fabricado en Valladolid, donde se produce en exclusiva para todo el mundo excepto el mercado chino, para donde se empieza a fabricar allí.
Esos datos pueden hacer que no sea fácil la renovación de un modelo de tanto éxito. Pero en Renault han pensado que la mejor manera de afrontar este reto es haciendo que el sucesor mejore, claramente y en todos los aspectos, al modelo al que sustituye. Y para que no haya dudas, en Renault han puesto más de todo en cada aspecto del nuevo Captur; tanto en cosas que se pueden medir, como en elementos más difíciles de cuantificar, como la calidad de materiales o acabados.
Crece de tamaño
Para empezar, el tamaño del nuevo Captur crece, de forma que pasa a convertirse no solo en alternativa como segundo coche de la casa, a un modelo capaz de ser el coche de la familia. Sus rasgos principales se mantienen y evolucionan, ofreciendo ahora mucho más carácter, un estilo más atlético. Crece de tamaño 11 centímetros, con lo que llega hasta los 4,23 metros de longitud total. Y su anchura crece 1,9 centímetros para ganar presencia. También amplía su distancia entre ejes dos centímetros hasta una cifra total de 2,63 metros que garantizan más amplitud interior.
El estilo exterior se ve reforzado con detalles de auténtico SUV, como las protecciones laterales y delanteras o las de color negro que recorren el lateral, los bajos de la carrocería o los pasos de ruedas. Y también le imprimen carácter las barras de techo en aluminio o el capó con nervaduras. A eso se añaden las llantas de 18 pulgadas, la firma lumínica con el diseño C-Shape visto en el resto de modelos de la familia Renault y que cuenta con faros cien por cien LED desde la versión más básica. Con todo ello, su imagen transmite más carácter y unas formas menos redondeadas y 'amables' que en el actual Captur.
Pero además lo combina con una capacidad de personalización que sigue siendo referencia entre sus competidores. Con 11 colores de carrocería, cuatro tonos de techo y tres packs de personalización de carrocería consigue ofrecer 90 combinaciones diferentes, lo que permite que prácticamente haya un Captur exclusivo para cada conductor.
Y si por fuera han puesto de todo, en el interior, más de lo mismo. Con su mayor distancia entre ejes, el habitáculo permite mejorar el espacio en las plazas traseras y también en un maletero que homologa nada menos que 536 litros de capacidad. La capacidad del maletero también se regula adelantando o retrasando la banqueta trasera -en una sola pieza- y abatiendo los respaldos de los asientos traseros.
Interior con pantallas de gran tamaño
El cuadro de instrumentos cuenta con un diseño similar al visto en la nueva generación del Renault Clio con una nueva consola flotante y una pantalla multimedia de 9,3 pulgadas, situada en posición vertical y que es la más grande de su categoría. Esa digitalización también afecta al cuadro de instrumentos que cuenta con una pantalla a color entre 7 y 10,2 pulgadas de tamaño. En el caso de esta pantalla de más tamaño, incorpora la navegación GPS.
En la pantalla central se accede al nuevo sistema conectado Renault EASY LINK con las más avanzadas funciones multimedia, de navegación o de infoentretenimiento. Una pantalla que, además, se puede configurar a gusto de cada conductor para que se muestren en ella las informaciones más relevantes.
La calidad de acabados es otro de los puntos clave en el nuevo Captur. Se ha dado un salto adelante muy evidente, como ha ocurrido también en el Clio. Con ellos el Captur sube de categoría gracias al uso de materiales acolchados, con plásticos de gran tacto. El volante reduce su tamaño y los asientos ofrecen una banqueta alargada 1,5 centímetros además de unos nuevos reposacabezas. Y gracias al saber hacer de Renault en el aprovechamiento del espacio interior, cuenta con un interior plagado de huecos para dejar cosas; hasta alcanzar los 27 litros de capacidad en los diversos huecos del habitáculo, como, por ejemplo, las guanteras de las puertas delanteras en las que caben botellas de 1,5 litros de capacidad.
Sobre la nueva plataforma CMF-B
En el apartado técnico también se echa el resto. Desarrollado sobre la nueva plataforma de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, este Captur comparte la base CMF-B con el Renault Clio o el nuevo Nissan Juke. Se trata de una plataforma preparada para la electrificación y que permite incluir los más avanzados sistemas de seguridad y ayuda a la conducción. Por eso este Captur va a ser referencia en el mercado con los más avanzados dispositivos incluidos en el paquete Renault EASY DRIVE. Cuenta, como novedades más destacables con el asistente de tráfico y en autopista, que es un avance hacia el vehículo autónomo de nivel 2. Este dispositivo, que funciona entre 0 y 160 km/h regula la velocidad del coche y mantiene la distancia con el coche que le precede al mismo tiempo que mantiene el coche centrado en el carril.
Otros elementos novedosos son la detección activa de salida trasera que trabaja con la cámara de 360 grados o el frenado activo de emergencia con detección de ciclistas y peatones.
Estas dos novedades se unen a una larga lista de dispositivos entre los que se encuentran, si nos fijamos en elementos enfocados a la conducción, el regulador de velocidad adaptativo con Stop&Go, el regulador limitador de velocidad, las luces automáticas. Como dispositivos de seguridad aparecen la frenada activa de emergencia, la alerta de ángulo muerto, el reconocimiento de señales de tráfico con aviso de exceso de velocidad o la alerta de cambio de carril y el asistente para el mantenimiento de la trayectoria. Y como novedades en dispositivos para el aparcamiento vemos la cámara de 360 grados, la detección activa de vehículos en la parte posterior, el radar de proximidad delantero, trasero y lateral, la ayuda al aparcamiento en línea…
Y si hay vanguardia en los elementos de seguridad y ayuda a la conducción, en el apartado de motores el nuevo Captur está a la última. La gama de motores de gasolina dispone de cuatro alternativas. Para empezar, el TCe 100, con motor de tres cilindros y 100 caballos de potencia disponible con cambio manual de cinco velocidades. Por encima con la misma base mecánica, el motor 1.3 de cuatro cilindros, con 130 caballos y cambio manual de seis marchas o automático de doble embrague y siete velocidades. Y como tope de gama de gasolina, ese mismo bloque pero con 155 caballos y cambio automático.
En diésel son tres alternativas, el 1.5 Blue dCi con 95 caballos y cambio manual de seis velocidades o el mismo motor con 115 caballos de potencia y cambio manual de seis velocidades o automático de siete con tecnología de doble embrague.
Y no se van a quedar contentos con eso; por lo que, además, habrá una versión movida por GLP (Gas Licuado de Petróleo) sobre la base del motor TCe de 100 caballos, que contará con la etiqueta ECO de la DGT.
Y en 2020, una versión híbrida enchufable
Sin embargo, la gran novedad vendrá de la mano de la versión E-TECH Plug-in, una motorización híbrida enchufable que llegará en 2020 al mercado y que será el primer modelo con esta tecnología que se fabrique en España. Un sistema propulsor basado en el motor de gasolina 1,6 litros de nueva generación de la Alianza. Combinado con dos motores eléctricos y una caja automática multimodo y una batería de 9,8 kWh, suma 160 caballos de potencia. Y lo que es más importante alcanzará una autonomía eléctrica en ciudad de unos 65 kilómetros y podrá circular en 0 emisiones entre hasta 135 km/h de velocidad. Con ello se garantiza la etiqueta 0 de la DGT.
Para nuestra primera toma de contacto, en Grecia, los responsables de Renault han dispuesto dos alternativas, el motor TCe de 130 caballos con caja manual y el TCe de 155 con cambio automático. El primero que probamos es el 155, con el exclusivo acabado Initiale Paris que, al menos por el momento, no va a llegar a España. Nos acomodamos al volante y encontramos inmediatamente la postura ideal. Arrancamos, con el clásico botón de Renault, y nos ponemos en marcha. El Captur brilla por comodidad, con unas suspensiones suaves que cuidan al pasaje. El cambio también es suave, pero un poco lento en reaccionar si arrancamos en D. La dirección es precisa y con la firmeza justa. El motor empuja, pero no es rabiosamente deportivo sobre todo por ese cambio más enfocado a un uso tranquilo. Si queremos más chicha hay que optar por la version Sport en el sistema MultiSense que permite personalizar la experiencia de conducción. Y gracias a las levas que ofrecía la unidad probada, se puede dinamizar el comportamiento. Tras un recorrido de autovías y carreteras de todo tipo -en general con un firme bastante mejorable-, el Captur nos ha gustado por su equilibrio.
Y la otra versión, con el motor de 130 caballos lo confirma. Este motor se sitúa en un término medio entre prestaciones y consumos -aunque aún no hay gasto homologado- y seguramente se convertirá en la versión más demandada. Los 130 caballos dan mucho de sí y el cambio manual -muy agradable por manejo y recorridos- permite sacar el jugo al motor. Se convierte en un excelente rodador y con bastante viveza, pues solo a 1.600 revoluciones ya está disponible el par máximo.
La primera toma de contacto con el nuevo Captur no deja lugar a dudas. Si hasta ahora un millón y medio de personas han acertado al elegir la primera generación; con esta segunda entrega el Captur multiplica sus argumentos; es más y mejor coche, está mejor acabado, ofrece más tecnología y dinámicamente está un paso por delante. A falta de conocer el precio, este nuevo Captur tiene todos los ingredientes para ser un éxito todavía mayor.