«Este es posiblemente el coche más bonito que haya diseñado Volkswagen»; eso decía Pedro Fondevilla, director de Marketing de Volkswagen España, en la presentación del Arteon en Hannover. Y más allá de que pueda o no tener razón -ya se sabe que sobre gustos hay millones de páginas escritas y todas muy respetables- sí parece que Volkswagen quiere poner un punto de emoción a las berlinas clásicas; aunque sin perder nada de sus otras virtudes. Busca ser alternativa para un comprador que ahora se fija en el Audi A5 Sportback o el BMW Serie 4 Gran Coupé, aunque respecto a estos crece en tamaño.
El Arteon es 9 centímetros más largo que el Passat; y de esos centímetros, 5 van a parar directamente a la distancia entre ejes. El resultado, un habitáculo sorprendentemente amplio, sobre todo en espacio para las rodillas atrás. La cota de altura de la segunda fila tampoco está mal pese a la carrocería de aire coupé con una clara caída de techo en la parte trasera. Solo el ocupante de la plaza central sufricrá por el voluminosso túnel de transmisión. Y si miramos más atrás, nos encontramos un maletero de 563 litros, ampliable hasta los 1.557 y al que se accede gracias a un portón, que opcionalmente puede contar con apertura y cierre automáticos con solo pasar el pie por debajo. La parte de la versatilidad y el confort se completa con una calidad de materiales de elevado nivel y una ergonomía que te hace sentir, inmediatamente, como si llevaras años conduciendo este Volkswagen, pues todo está ordenado, pensado y situado para que sea lo más fácil y racional posible su uso.
Un diseño con rasgos de coupé
En cuanto a la deportividad, basta fijarse en su línea para comprobar que es una berlina; pero también un deportivo. Con sus rasgos de coupé, el Arteon proporciona emción nada más verlo y en cada detalle. Y el summum de esta deportividad se encuentra, en el plano estético, en la versión R-Line, la de mayor apariencia sport, gracias a las moldura inferiores en negro, el spoiler trasero con un toque cromado o las exclusivas llantas de diseño racing.
Si hablamos de tecnología nos fijaremos en los tan de moda sistemas de conectividad. En este sentido, el Arteon ofrece de serie el Car-Net, con tres funciones principales: por un lado la conexión y el manejo del smartphone gracias al Mirror Link y los protocolos Apple Car Play o Android Autor. Por otro ofrece el servicio de llamada para una emergencia, o en caso de accidente… Y en tercer lugar, sirve de asistente para localizar servicios como plazas de aparcamiento, gasolineras…
Nuevas funciones de seguridad
Y en asistentes de seguridad, el Arteon es de lo más avanzado de Volkswagen y estrena actualizaciones de dispositivos que, además, ofrece de serie en toda la gama. Por ejemplo, el Adaptative Control Cruise, que ahora es predictivo y junto al sistema de navegación se adelanta al trazado de la carretera para adecuar la velocidad antes de una curva o en una rotonda… Además de mantener la distancia con el de delante, ahora, lee señales de tráfico y puede reducir o aumentar la velocidad automáticamente para evitar multas.
También es de serie el sistema de luces predictivas con función cornering, que se adelantan al trazado de la vía para iluminar en curvas o el sistema Pre Crash, que ahora vigila también la parte trasera del coche y lo prepara -pretensa los cinturones, mueve el respaldo de los asientos, cierra las ventanillas…- en caso de un inminente choque tanto por delante como por detrás. También son de serie sistemas conocidos como el Lane Assist o el Front Assist, el sistema de detección de peatones o las luces LED.
Y en opcion se puede ampliar la dotación del Arteon con el Emergency Assist 2.0 que detecta si el conductor parece haber perdido el control del coche y trata de hacerlo reaccionar… Y si finalmente este no lo hace, es capaz de detener el coche en el carril derecho o en el arcén. Otros sistemas en opción son el Trafic Jam Assist, el Area View o el Side Assist. Como vemos, una dotación muy destacable, que incluso en la versión más básica ofrece gran contenido sin sobrecoste.
Completo equipo de serie
Con tres niveles de acabado, el Arteon (básico), el Elegance (con aire más distinguido) y el R-Line (de contenido más deportivo) desde el menos equipado ya se ofrece el sistema de infotainment con pantalla de 8 pulgadas Discover Media, el climatizador de tres zonas, el Park Pilot o las llantas de 18 pulgadas, además de los mencionados sistemas de ayuda. Y en Elegance y R-Line se ofrecen también el Digital Cockpit (que convierte el cuadro de instrumentos en una gran pantalla de 12,3 pulgadas), los asientos en Alcantara o cuero o el selector con 5 modos de conducción (Eco, Normal, Confort, Sport o Individual).
En cuanto a opciones mecánicas, aparecen tres motores diésel (de 150, 190 y 240 caballos) y tres de gasolina (1.5 TSI con desactivación de cilindros y 2.0 TSI de 190 y 280 caballos). El cambio puede ser manual (única opcion en el 1.5 TSI) o automático DSG de 7 marchas (de serie en el 2.0 TSI de 280 caballos y en todos los TDI). Y la tracción total es de serie en los dos más potentes, tanto en diésel como en gasolina.
Aplomado y divertido
En la primera toma de contacto con el Arteon, celebrada en Hannover, hemos tenido la oportunidad de conducir las dos variantes más potentes ?que junto al TDI de 150 caballos serán los primeros en llegar al mercado?. Primero cae en nuestras manos el TDI de 240 caballos. Para empezar, gran trabajo de insonorización, pues el motor no deja pasar su sonido al habitáculo. El cambio es simplemente fantástico, rápido y preciso y las levas en el volante -de serie en todas las variantes con cambio DSG- ayudan en las reducciones y a todo aquel que quiera exigir al coche. El motor es vivo y ágil, con un empuje casi inagotable y por las carreteras alemanas, de excelente asfalto. aunque circulemos por vías de segundo orden, el coche parece ir unos centímetros sobre el suelo. Cómodo y de gran aplomo, en los modos Confort y Normal se apuesta más por un viaje cómodo. Y si elegimos el modo Sport la respuesta es un poco más rápida, la dirección un poco mas dura y la amortiguaciòn un poco más firme. Gana carácter.
Además, durante el recorrido, podemos comprobar el excelente funcionamiento del ACC predictivo. No solo mantiene la distancia, sino que lleva el coche por el carril de forma muy sutil, corrigiendo levemente el volante. Y cuando detecta una señal con un nuevo límite de velocidad adecúa esta inmediatamente al nuevo límite… Vamos, el paso previo a la conducción autónoma.
Después nos toca el TSI de 280 caballos. Mismo caudal de potencia y unas sensaciones aún más refinadas gracias a la suavidad de un motor que se estira casi hasta el infinito. Sin ser radicalmente deportivo, se puede ir rapidísimo con él con gran aplomo. Sus dimensiones, la altura, la tracción total y las ruedas colocadas muy en los extremos de la carrocería -los voladizos son muy pequeños- redondean un comportamiento intachable y nos siguen recordando que nada como una berlina de configuración clásica para disfrutar de cada kilómetro frente a la inacabable moda de los SUV menos intuitivos y aplomados en carretera.
Prueba superada… El Arteon convence por su aire deportivo pero también para los que busquen las virtudes de una berlina clásica. Volkswagen se desmarca poniendo un punto de emoción para el tradicional comprador de modelos como el Passat, a los que da la oportunidad de que no renuncien a nada, ni en el aspecto racional ni en el emocional.