Teniendo en cuenta que los factores que más afectan a nuestro estado de ánimo están relacionados con el tiempo y el tráfico, hay algunas recomendaciones que podemos seguir para evitar situaciones de estrés y asegurar que la vuelta a la rutina sea un poco más fácil.
1La actividad de conducir como riesgo
Se debe considerar que conducir es una actividad peligrosa que, además, es incompatible con la realización simultánea de cualquier otra actividad. Hay factores concretos que hacen que esa peligrosidad se pueda acentuar de forma notable, entre ellos los que dependen del entorno, del estado del vehículo y del estado de la carretera. Pero uno de los factores más influyentes en la conducción es el estado psicofísico. Las emociones afectan a la seguridad al volante
Está demostrado que en determinadas condiciones se canaliza el estado de ánimo desfavorable a través de la conducción. La actitud al volante puede convertirse en agresividad, uno de los mayores enemigos de la seguridad vial.
Cuando se tiene una actitud positiva y optimista, se es un conductor tolerante, empático y considerado, lo que hace que la conducción sea más segura para todos.