Las claves para ser un conductor eficiente, lejos de ser ambiguas, son muy claras, sencillas y rápidas, y proporcionan habilidades que directamente contribuyen a mejorar la calidad de la interacción con el medio y los sistemas de transporte.
4Ya en en marcha, ¿Cómo actúas?
Una vez que ya nos encontramos circulando, habrá que prestar atención a las revoluciones del vehículo. Por lo general, los motores de gasolina piden el cambio de marcha entre las 1.500 y las 2.500 revoluciones; aunque hay diferencias de un modelo a otro. Lo ideal es escuchar el ruido del motor, ya que este indicará cuándo está realizando un esfuerzo extra. Si se trata de un motor diésel, el cambio de marcha se hará entre las 1.300 y las 2.000 revoluciones.
La velocidad también puede servir de referencia, pero es relativa, ya que dependerá de si se circula en llano o en pendiente. A grandes rasgos, la tercera marcha se usa a partir de los 30 km/h, la cuarta de los 40 km/h y la quinta de los 50 km/h. Para que el motor siga rodando y no pierda fuerza, acelera tras cambiar de marcha.