La historia de un conductor algo mas que eufórico, las confusiones nocturnas, y la hilaridad de un post en el Facebook de la Policía Local.
En una noche invernal en Jaén, el viento soplaba con fuerza, y las temperaturas alcanzaban los 2°C, creando el escenario perfecto para la congelación de neuronas y la toma de decisiones cuestionables. Manuel, el vendedor estrella de electrodomésticos, protagonizó un capítulo digno de las páginas más surrealistas de los sucesos.
1¡ La noche me confunde !
La jornada laboral había sido un éxito, y Manuel, queriendo olvidarse de sus problemas, se embarcó en una celebración épica tras cerrar un trato importante. Sin embargo, lo que prometía ser una noche de triunfo se convirtió en una historia trágica de confusión y decisiones cuestionables.
En su antiguo Renault Clio, Manuel, cansado y con sueño, pero con el ánimo elevado por el alcohol, se aventuró por la avenida de Andalucía. La combinación de cansancio, problemas personales y una mezcla alcohólica explosiva le llevó a cometer una serie de imprudencias al volante. Ignorando señales, límites de velocidad y cualquier tipo de sentido común, Manuel se convirtió en el protagonista de su propia tragedia automovilística.