El Parlamento Europeo lleva meses trabajando en la regulación de diversas cuestiones viales con el objetivo de unificar las normativas en todos los países miembros. Entre los temas que están sobre la mesa, se encuentran el aumento del límite de velocidad en algunas carreteras y la implementación de nuevas restricciones para los conductores noveles. Esto surge en respuesta a los recientes cambios en Italia y la República Checa, donde se han elevado los límites de velocidad hasta los 150 km/h en determinadas vías. La pregunta que muchos se hacen ahora es si España seguirá por el mismo camino o si, por el contrario, se mantendrá en su límite tradicional de 120 km/h.
1Límites de velocidad en Europa: Una disparidad de criterios
Actualmente, en España, el límite máximo de velocidad en autovías y autopistas está fijado en 120 km/h, un valor que se ha mantenido constante desde 1979. Sin embargo, este no es un estándar común en toda Europa. Por ejemplo, en Polonia, los conductores pueden alcanzar hasta 140 km/h en determinadas vías, mientras que en Alemania, en algunos tramos de la Autobahn, no existe límite alguno. En otros países como Noruega y Chipre, los límites son más bajos, oscilando entre los 100 y 110 km/h.
Esta falta de consenso en los límites de velocidad se debe a las diferentes adaptaciones de infraestructuras viales y consideraciones de seguridad que cada país ha implementado a lo largo de los años. España, por su parte, ha experimentado cambios en sus límites de velocidad en el pasado, desde los 80 km/h en 1934 hasta los 130 km/h durante la crisis del petróleo de 1974. Sin embargo, desde hace más de cuatro décadas, el límite se ha mantenido en 120 km/h, sin indicios de cambios significativos en el horizonte inmediato.