El mantenimiento del coche es clave para garantizar la seguridad en la carretera, especialmente en los conductores de mayor edad. Un vehículo en buen estado no solo reduce el riesgo de averías inesperadas; también mejora la capacidad de reacción ante cualquier peligro. Un fallo mecánico puede marcar la diferencia entre evitar un accidente o sufrirlo, y los conductores experimentados lo saben mejor que nadie.
Según un estudio de GIPA, los mayores de 65 años llevan su coche al taller una media de 1,59 veces al año. Son los segundos más responsables con el mantenimiento de su vehículo, solo superados por los de entre 50 y 64 años. ¿A qué se debe esta disciplina? La experiencia al volante juega un papel clave: nuestros mayores son conscientes de que un coche en buen estado es garantía de seguridad y tranquilidad.
3El papel de la tecnología en los coches modernos

Para los conductores mayores que han optado por modernizar su coche, el reto es diferente. Los vehículos más nuevos incorporan tecnologías avanzadas de asistencia a la conducción, como frenos automáticos o sensores de proximidad; innovaciones que mejoran la seguridad en carretera, pero que requieren de un mantenimiento más especializado.
Un coche moderno puede detectar obstáculos y frenar automáticamente en caso de emergencia; pero, con falta de mantenimiento, puede generar situaciones de riesgo. Acudir al taller de manera regular no solo es aconsejable: es esencial. La revisión de los sistemas electrónicos y de asistencia a la conducción garantiza que funcionarán de manera óptima cuando se necesiten, lo que brinda un extra de seguridad a los conductores mayores.