Para muchos conductores de Uber, Cabify y Bolt, el 2025 se perfila como el año en que su mundo laboral cambiará drásticamente. No es exagerado decir que algunos ya han marcado esa fecha en el calendario, previendo un futuro donde los vehículos autónomos, conocidos como robotaxis, podrían hacerlos prescindibles. A medida que gigantes de la movilidad como Uber, en colaboración con Cruise y otras empresas, se preparan para desplegar estos vehículos en varias ciudades, la preocupación sobre la pérdida de empleos en el sector del transporte es palpable.
1El auge de los robotaxis
La reciente alianza entre Uber y Cruise, la filial de vehículos autónomos de General Motors, es un indicio claro de que la carrera hacia la automatización total del transporte está en marcha. Este acuerdo, que se materializará en 2025, permitirá a los usuarios de Uber solicitar viajes en robotaxis directamente desde la aplicación, sin necesidad de un conductor humano. Las primeras ciudades en ver estos taxis autónomos podrían ser Phoenix, Dallas o Houston.
Este movimiento sigue a años de desarrollo y pruebas de vehículos autónomos. Uber, que ya había explorado esta tecnología con otros socios, como Volvo y Waymo, ahora parece estar apostando fuerte por una combinación de alianzas estratégicas para acelerar la adopción de los robotaxis. Aunque la seguridad ha sido un tema sensible —como lo demostró el trágico accidente en 2018 que involucró a un coche autónomo de Uber—, la tecnología ha avanzado significativamente, y empresas como Cruise han estado trabajando para resolver estos desafíos y preparar sus vehículos para el despliegue masivo.