Para muchos conductores de Uber, Cabify y Bolt, el 2025 se perfila como el año en que su mundo laboral cambiará drásticamente. No es exagerado decir que algunos ya han marcado esa fecha en el calendario, previendo un futuro donde los vehículos autónomos, conocidos como robotaxis, podrían hacerlos prescindibles. A medida que gigantes de la movilidad como Uber, en colaboración con Cruise y otras empresas, se preparan para desplegar estos vehículos en varias ciudades, la preocupación sobre la pérdida de empleos en el sector del transporte es palpable.
2La reacción de los conductores
Para los conductores actuales de plataformas de ride-hailing, la llegada de los robotaxis representa una amenaza directa a sus medios de subsistencia. La idea de que en pocos años podrían ser reemplazados por vehículos que no necesitan descansos ni salarios ha generado un clima de incertidumbre. Aunque algunos conductores podrían encontrar consuelo en la transición gradual y en la promesa de nuevas oportunidades laborales en el ámbito de la tecnología o el mantenimiento de estos vehículos, la realidad es que muchos temen que sus empleos desaparezcan sin alternativas claras.
Este temor se agrava al considerar que Uber ya ha comenzado a diversificar sus servicios autónomos, no solo con Cruise, sino también mediante asociaciones con otras empresas como Waymo y Nuro. Esta última, centrada en la entrega de productos con vehículos autónomos, también representa una amenaza para los repartidores y conductores de aplicaciones de entrega.