El pasado 21 de marzo entró en vigor la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial. En ella una de las normas más que más suspicacias ha levantado ha sido la prohibición de superar los 90 km/h en carretera para realizar un adelantamiento. Tres meses después la mortalidad en carretera se ha incrementado y algo tendrá que ver la aplicación de una norma que provoca los adelantamientos ‘tortuga’ de la DGT. Hemos calculado los metros de más que tienes que recorrer con tu coche al realizar un adelantamiento con la nueva normativa.
Muchos son los condicionantes a la hora de realizar un adelantamiento. Hay que tener una buena visibilidad, calcular el margen de distancia y tiempo para realizar la maniobra y conocer las posibilidades prestacionales de nuestro coche. En este último caso la potencia se convierte en seguridad porque ante cualquier imprevisto nuestro vehículo saldrá con mayor solvencia al pisar el acelerador.
2Diferencia de tiempo al adelantar a 90 km/h
Claro que a la hora de adelantar ahora hay que pensárselo. Nos ponemos en situación. Estamos detrás de un camión tipo trailer que tiene limitada la velocidad a 80 km/h. Esto quiere decir que recorre 22,2 metros por segundo. En nuestro coche podemos llegar a los 90 km/h, que son 25 metros cada segundo. El camión, además, mide 14 metros de largo. En un vehículo de perfil medio con cambio manual, pasar de 80 a 90 km/h con la cuarta velocidad engranada se traduce en alrededor de dos segundos y 50 metros para completar ese incremento de velocidad.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que el camión sigue ‘andando’. Por lo tanto, para completar el adelantamiento necesitamos 18 segundos, que son los necesarios pasa tener en cuenta su velocidad y longitud. Sin embargo, si pudiéramos llegar a los 110 km/h permitido antes de marzo de este mismo año, la acción sería más segura porque en apenas 7 segundos y 210 metros la completaríamos.
Cierto que es un valor aproximado porque cuanto más potencia y capacidad de reacción tenga nuestro coche más rápida será la maniobra. Y en vacaciones, además, solemos ir con el vehículo cargado hasta arriba. Y eso merma el rendimiento. El problema es que con el límite de 90 km/h las cosas se igualan mucho más porque por mucha caballería que tengamos bajo el capó el tiempo de reacción y la escasa diferencia de velocidad con el vehículo al que adelantamos nos deja sin apenas margen.
De esta manera se alargan considerablemente el tiempo y la distancia, precisamente los dos grandes enemigos a la hora de realizar un adelantamiento. Habrá que esperar a llegar a interminables rectas para para poder salir al carril izquierdo con ciertas garantías de seguridad.
Y esos trazados idílicos para adelantar no se dan en tramos sinuosos o de montaña. Por lo tanto nos tocará esperar detrás kilómetros y kilómetros haciendo medias de auténtico camión. Los adelantamientos ‘tortuga’ de la DGT tienen esas consecuencias.