La preocupación por la contaminación y las restricciones de circulación en las grandes ciudades ha impulsado a muchos conductores a buscar formas de adaptar sus vehículos para obtener la codiciada etiqueta ECO. Convertir un coche convencional a uno más amigable con el medio ambiente es una solución viable y, en algunos casos, económicamente atractiva. Aquí te explicamos cómo hacerlo, además de explorar otras alternativas y contextualizar el momento actual de la movilidad en base a la clasificación de vehículos contaminantes.
1Convertir tu coche a GLP o GNC y cambiarlo a ECO
Una opción popular es convertir tu coche de gasolina a GLP (Gas Licuado del Petróleo) o GNC (Gas Natural Comprimido). Ambos combustibles son más limpios y generan menos emisiones que la gasolina o el diésel. Para convertir tu coche, es necesario instalar un sistema de alimentación en paralelo en un taller autorizado. El costo de esta conversión oscila entre 1,800 y 3,000 euros, dependiendo de la complejidad del motor y el tipo de depósito que se quiera instalar.
Ventajas del GLP y GNC
- Menores Emisiones: Reducen significativamente las emisiones de CO2, NOx y partículas.
- Costos de Combustible: El precio del GLP y GNC es generalmente más bajo que el de la gasolina.
- Durabilidad del Motor: La combustión más limpia puede alargar la vida útil del motor y reducir el desgaste.
Desventajas
- Pérdida de Garantía: La conversión puede anular la garantía del fabricante del vehículo.
- Mantenimiento Adicional: Es necesario realizar un mantenimiento específico, como la revisión de filtros cada 30,000 kilómetros.
- Infraestructura Limitada: Aunque en crecimiento, la red de estaciones de servicio para GLP y GNC es menos extensa que la de gasolina y diésel.