La climatología extrema nos afecta a la hora de conducir, de forma que las capacidades de acción/reacción se pueden ver mermadas, poniéndose en riesgo la seguridad vial propia y de los demás usuarios.
Para la DGT, y mediante unos consejos generales, es fundamental que los conductores realicen sus trayectos y desplazamientos en verano con el fin de reducir la siniestralidad al mínimo posible, evitando perdida de vidas innecesarias.
Los puntos preventivos mas significativos de las campañas de verano en las operaciones de trafico, se centran de esta manera en conservar la tranquilidad, el perfecto estado del coche, la fatiga y evitar las distracciones fruto de las olas de calor.
1Incluso antes de planificar la ruta
La ropa siempre tiene que ser cómoda y holgada para que te permita libertad de movimientos, tanto al maniobrar con el volante o con los pedales. En verano, además, se recomienda que sea transpirable para que no pases mucho calor.
En cuanto al calzado, éste tiene que ser flexible, ergonómico y que sujete bien el pie y con una suela que tenga agarre para que no deslice sobre los pedales. Así podrás acelerar o frenar con seguridad, precisión y rapidez.
La visión al volante es fundamental porque el 90% de la información que recibimos al conducir procede de la vista. En verano juega en contra de la seguridad los posibles deslumbramientos que podemos sufrir al amanecer o atardecer y por los rayos de sol, muchas veces cegadores. Para conducir con más comodidad y para evitar las molestias y falta de visión que en ocasiones provocan los rayos de sol, ya sabes, en verano y durante el día conduce con gafas de sol, si son polarizadas mejor porque reducen los brillos.
