Los controles de velocidad de la Guardia Civil de Tráfico sufrirán sendos cambios, que buscan multiplicar su efectividad. Esto incluye un mayor uso de los coches camuflados, ubicaciones más impredecibles de los radares y un tramo horario más amplio para imponer este tipo de controles.
El órgano encargado de hacer cumplir la normativa de tráfico, sigue muy preocupado por el efecto que los excesos de velocidad tienen en la siniestralidad registrada en las carreteras. Por eso la Guardia Civil ha recibido una serie de indicaciones y recomendaciones sobre cómo deben ser a partir de ahora los controles de velocidad.
5Se podrán poner controles en los tramos en obra
En la instrucción aprobada por Tráfico en diciembre de 2022 también recomiendan a los agentes que ubiquen los controles en tramos con límite de velocidad genérico, y en caso de que coloquen en puntos con una velocidad más reducida de lo normal, se espere a ubicar el radar en un punto donde los conductores hayan tenido tiempo suficiente para “adecuar su velocidad de circulación a las nuevas exigencias de la vía”.
Los tramos en oba también podrán ser vigilados por controles de la Guardia Civil en 2023. Cuando hay obras en una parte de la carretera la velocidad límite se reduce. Muchos conductores no cumplen estrictamente con la norma que marcan las señales de obra, por lo que la DGT ha decido empezar a controlar seriamente estos tramos. Para ello este organismo solicitará que se coloque un avisador de velocidad, para que los conductores sean conscientes del límite de la vía y de la velocidad a la que circulan.