A lo largo de la historia el Chevrolet Corvette se ha convertido en uno de los automóviles más carismáticos del planeta, del que se han construido algunas criaturas más especiales que otras, aunque ninguna llegará a los niveles de este extraordinario Corvette SS Project XP-64, una obra maestra que la compañía americana construyó de forma totalmente artesanal en el año 1957 con ambiciosos planes dentro de los circuitos. De ahí que no escatimara a la hora de darle vida.
Precisamente para firmar las futuristas líneas de la carrocería de este Corvette SS Project XP-64 se contó con los servicios del piloto e ingeniero belga Zora Arkus-Duntov, quien se propuso construir este bólido desde una hora en blanco. Para ello comenzó a forjarse en un rincón secreto del Centro de Ingeniería de Chevrolet. Lejos de la mirada indiscreta del resto de departamentos.
Este sofisticado vehículo pesaba 450 kilos menos que un Corvette de la época
Este extraordinario Corvette SS Project XP-64 toma como punto de partida un sofisticado chasis formado a partir de tubos de cromo-molibdeno, material poco utilizado por aquellos entonces y restringido a las criaturas más excepcionales del mundo de la competición, como los Jaguar D-Type, Ferrari 375 o Mercedes 300 SL que esta joya tenía en su punto de mira. Sobre ese chasis que apenas pesaba menos de 82 kilos se colocó tan inconfundible y aerodinámica carrocería donde predominan las líneas futuristas y que está construida con magnesio para minimizar el peso al máximo. De ahí que esta maravilla de la ingeniería se conforme con solo 840 kilos en vacío, lo que vienen a ser unos 450 kilos menos de lo que pesaba un Corvette de la época.
Para dar vida a semejante bólido, Zora Arkus-Duntov se decantó por utilizar un sofisticado motor V8 con 283 pulgadas cúbicas (4.6 litros), el cual estaba equipado con un árbol de levas de alto rendimiento, culatas fabricadas en aluminio e inyección de combustible. Gracias a toda esa tecnología, presumía de generar alrededor de 300 CV de potencia, una cifra sensacional para tratarse del año 1957. Además, se canalizaban hacia sus ruedas traseras por medio de un cambio manual con cuatro velocidades.
Un bólido con una corta trayectoria en el mundo de las carreras
La firma de la pajarita puso todos sus esfuerzos para convertir en realidad este impresionante Corvette SS Project XP-64, que requirió de cinco meses de arduo trabajo para llevarlo a las fases iniciales de prueba antes de dar el salto a los circuitos, cosa que ocurrió en las 12 Horas de Sebring de 1957 y donde demostró desde el minuto uno que era una máquina realmente veloz, pero que estaba salpicada por diferentes problemas de fiabilidad.
Agudizados por esa escultural carrocería fabricada en magnesio, que hacía que el calor se multiplicase en su habitáculo durante la carrera, convirtiendo ese espacio en una auténtica cámara de tortura para su piloto. De ahí que la firma de la pajarita tuviera que retirar el vehículo, buscando soluciones para hacerlo mucho más competitivo en la pista de cara a disputar las 24 Horas de Le Mans ese mismo año. Sin embargo, la Asociación de Fabricantes de Automóviles puso fin a las ayudas por parte de los fabricantes de cara a la competición y el proyecto XP-64 quedó aparcado en el garaje.
Por el Corvette más ilustre de la historia podrían pagar 7 millones
Cierto es que la carrera deportiva del Corvette SS Project XP-64 fue bastante corta, pero aún así se convirtió en uno de los automóviles más queridos y recordados por la firma de la pajarita. Fue en el año 1967 cuando el propio Arkus-Duntov donó el vehículo al Museo del Autódromo de Indinápolis, donde se convirtió en una auténtica estrella hasta nuestros días. Durante todo este tiempo, semejante criatura ha sido expuesta en diferentes eventos históricos por todo Estados Unidos, sin olvidar de que se ha mantenido en su estado original como cuando nació en la década de los años ‘50.
Pero ahora ha sido el propio Museo del Autódromo de Indianápolis el que ha decidido desprenderse de este Corvette SS Project XP-64, una de sus piezas más preciadas. Y para ello va a contar con los servicios de la exclusiva casa de subastas RM Sotheby’s, quienes se van a esforzar para buscarle el mejor hogar posible el próximo mes de febrero. Desconocemos cual será dicho hogar, pero lo cierto es que quien desee llevárselo a casa deberá rascarse los bolsillos, porque los chicos de RM Sotheby’s hablan de que cambiará de manos por entre 5 y 7 millones de dólares (entre 4,8 y 6,7 millones de euros).