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Este Corvette Stingray de 1976 recibe su primer baño en 15 años

En la década de 1970, los automóviles no atravesaban su mejor momento en cuanto a rendimiento, pero el diseño seguía siendo un elemento clave en la industria automotriz: uno de los ejemplos más emblemáticos es el Corvette Stingray de 1976. Este vehículo se destaca porque ha pasado los últimos 15 años bajo una espesa capa de suciedad, telarañas y polvo.

Sin embargo, lo que parecía un coche olvidado es en realidad una joya esperando ser redescubierta. Recientemente, este Stingray recibió su primer baño en más de una década, y el resultado ha sido una impresionante transformación. El automóvil, que había permanecido estacionado bajo una cochera durante al menos cinco años, fue sometido a una limpieza exhaustiva por parte del equipo de Detail Dane, un canal de YouTube especializado en la restauración de vehículos abandonados.

Así se encontraba el Corvette Stingray abandonado

Así se encontraba el Corvette Stingray abandonado

Desde el primer momento del vídeo, se podía notar que debajo de toda esa suciedad había algo especial. Aunque la pintura negra del Corvette Stingray estaba cubierta por una capa de mugre acumulada, aún conservaba un brillo tenue, un indicio de que el acabado del coche no estaba completamente arruinado. De hecho, el vehículo había sido repintado como parte de una reconstrucción que comenzó hace varios años, aunque nunca se terminó por completo.

El proyecto de restauración incluyó un «motor nuevo», aunque no se especifica si se trataba de una reconstrucción o de un reemplazo completo. Originalmente, este modelo de 1976 estaba equipado con un motor V-8 de 5.7 litros capaz de generar 180 caballos de fuerza. A pesar de los años de abandono, el motor sigue siendo un 5.7, pero algunos componentes no son originales de fábrica, como las tapas de válvulas cromadas y el filtro de aire.

El video del proceso de limpieza

La mayor sorpresa del proceso de limpieza fue la calidad de la pintura. Mientras que muchos coches antiguos suelen presentar óxido y daños ocultos, este Corvette Stingray logró salir bastante bien librado. Claro, había algunas marcas y desconchones, especialmente en el morro del lado del pasajero, donde se notaba una reparación de mala calidad.

El interior del vehículo también fue una grata revelación. A pesar de haber estado expuesto a las inclemencias del tiempo y al moho, los asientos blancos no presentaban manchas significativas. La alfombra estaba en muy buen estado, y el revestimiento interior se veía sorprendentemente bien conservado. Incluso las ruedas cromadas, que parecían perdidas a causa del óxido, recuperaron su brillo tras la limpieza, aunque con algunas marcas residuales. Con estos detalles, el vehículo oriundo de Estados Unidos se posiciona como un candidato perfecto para ser utilizado como vehículo de uso diario.