Los crash test, o pruebas de choque, son fundamentales para evaluar la seguridad de los vehículos. En esta ocasión, un Peugeot 106 fue sometido a una de estas pruebas, revelando los impresionantes y a la vez inquietantes resultados de un choque a baja velocidad sin la protección de airbags. Imágenes que explican lo vital de este artefacto al momento de colisionar.
El modelo francés fue acelerado a una velocidad de 56 km/h y dirigido contra un bloque rígido con un ángulo de impacto de 90° y un solapamiento del 100%. En el interior del vehículo, se colocó un maniquí de tamaño medio, equipado con cinturón de seguridad, en el asiento del conductor. Esta configuración se eligió para simular un escenario de colisión frontal típico y evaluar el desempeño del vehículo en condiciones que, aunque no extremas, son bastante representativas de accidentes reales.
¿Cuál fue el resultado de este crash test?
Al momento del impacto, el habitáculo del Peugeot 106 sufrió una significativa deformación. Los pilares izquierdo y derecho, el salpicadero y el espacio para los pies mostraron fuertes intrusiones, lo que indica un colapso estructural importante. Estas deformaciones son críticas, ya que pueden causar lesiones graves a los ocupantes al comprometer la integridad del espacio de supervivencia dentro del vehículo.
Uno de los fenómenos observados durante el crash test fue el submarinismo del conductor. Este término se refiere a la situación en la que el cuerpo de la persona que está detrás del volante se desliza hacia abajo y hacia adelante bajo el cinturón de seguridad durante una colisión. Este movimiento puede resultar en lesiones graves en la zona abdominal y las piernas. En esta prueba, el maniquí quedó ligeramente atascado después del choque, lo que sugiere una elevada probabilidad de lesiones serias en una situación real.
La importancia de los airbags
A diferencia de vehículos más modernos, el Peugeot 106 utilizado en esta prueba no contaba con airbags. Estos son un elemento crucial en la seguridad vehicular, ya que absorben parte del impacto y ayudan a reducir la fuerza que llega a los ocupantes. Sin esta protección adicional, el riesgo de lesiones en un choque frontal aumenta considerablemente, como quedó demostrado en esta prueba.
Los resultados de este crash test resaltan la evolución de la seguridad vehicular a lo largo de los años. Carros más antiguos carecen de muchas de las tecnologías y mejoras de diseño presentes en los modelos actuales. Este tipo de pruebas subrayan la importancia de los avances en seguridad y la necesidad de actualizar o reemplazar vehículos antiguos por modelos más seguros.
