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La doble crisis de la industria alemana: caída de ventas y posible cierre de fábricas

La industria del automóvil en Alemania se enfrenta a un momento muy complicado. En los últimos meses, se ha observado una caída preocupante en las ventas de turismos. Y eso puede acabar derivando en el cierre de plantas en el país, como parece que ya está estudiando el grupo Volkswagen.

Las ventas de turismos en Alemania durante agosto han experimentado una caída del 27,8%, alcanzando solo 197.322 unidades. Según datos de la Oficina Federal de Vehículos Motorizados, esta tendencia no es aislada, ya que los coches eléctricos han sufrido un descenso aún más dramático, con matriculaciones que se redujeron un 69% interanual, sumando solo 1.615 vehículos.

A pesar de esta bajada escandalosa, cabe destacar que el 13,7% de los nuevos coches matriculados en agosto de 2024 eran coches eléctricos puros. Sin embargo, la situación en su conjunto es alarmante. De enero a agosto de 2023, los coches eléctricos representaron el 18,6% de todas las nuevas matriculaciones, lo que deja claro que la tendencia hacia la electrificación del parque automovilístico está lejos de ser suficiente para contrarrestar la caída general.

Las ventas de coches en Alemania han caído en agosto

Casi 600.000 coches menos respecto a 2019

La caída no se limita solo a los vehículos eléctricos. Los coches con motor diésel vieron un descenso del 24,4% en sus ventas, y los modelos de motor de gasolina experimentaron una reducción del 7,4%. Estos datos son indicativos de un cambio más amplio en las preferencias del consumidor y reflejan posibles desafíos en la cadena de suministro del sector automotriz.

Además, el informe señala que en lo que va de año, se han vendido casi 590.000 coches nuevos menos que en el mismo período de 2019, un año previo a la pandemia que sirvió como referencia en el sector. Este notable descenso deja entrever una recuperación más lenta de lo esperado y plantea serias dudas sobre la capacidad de adaptación de la industria ante un mercado en constante cambio.

A pesar de la drástica disminución en las ventas, la producción de coches en Alemania parece resistir la tormenta. En agosto, se fabricaron 313.700 coches, lo que representa un 24% más que en el mismo mes de 2023. Sin embargo, desde enero se han fabricado en el país 2,7 millones de coches, un 2% menos que el año anterior.

El aumento de la producción frente a una caída en las ventas genera un exceso de oferta que podría llevar a una crisis más severa si no se gestiona adecuadamente. Un inventario no vendido no solo afecta las cuentas de las empresas, sino que también puede tener repercusiones en la economía local, incluida la pérdida de puestos de trabajo.

Volkswagen podría cerrar fábricas en Alemania

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Este desajuste entre oferta y demanda puede tener más consecuencias como las que está estudiando Volkswagen, el mayor grupo automovilístico de Alemania, que ha admitido en recientes reuniones con el comité de empresa que les «faltan» ventas equivalentes a la producción de dos de sus fábricas, lo que se traduce en unas 500.000 unidades menos en el mercado. Arno Antlitz, el director financiero del grupo, ha señalado que «el mercado para esa producción ya no existe».

Y eso puede derivar en cierres de factorías del grupo automovilístico alemán en el país. Esta declaración sugiere que la compañía se enfrenta a una crisis reputacional y económica que podría impactar seriamente sus operaciones a corto y medio plazo. A pesar de la complejidad del panorama, Volkswagen se ha comprometido a actuar de manera «consecuente» para abordar estos desafíos.

La situación ha llevado incluso al ministro de Trabajo de Alemania, Hubertus Heil, a expresar su deseo de mantener operativas todas las sedes de producción de Volkswagen en el país. Esta decisión refleja la importancia de la industria automotriz para la economía alemana y la necesidad de seguir adelante con medidas que puedan fomentar la sostenibilidad, tanto económica como medioambiental.

Berlín reconoce que esta crisis no es solo laboral, sino que la estabilidad de Volkswagen es vital para asegurar las cadenas de suministro automovilísticas en Europa. Con la creciente competencia de marcas chinas y la incertidumbre de las relaciones comerciales con mercados como Estados Unidos, es imperativo que el gobierno y la industria trabajen conjuntamente para encontrar soluciones que mitiguen los impactos negativos y fomenten la recuperación.