Bugatti y Cristiano Ronaldo estaban destinados a fusionarse en lo mas alto, resultando referencia social y mediática, fruto de los éxitos deportivos y la profesionalidad disciplinada.
La involuntaria torpeza de un guardaespaldas no puede eclipsar la confluencia de dos astros indiscutibles, de la exclusividad y el lujo.
4La anécdota del deportivo del deportista, y su escolta
Y si el propietario del bugatti fuese el mas rico de mi pueblo, seguramente todo quedaría reducido a unas cuantas bocas abiertas mientras recorre las calles, pero al tratarse de Cristiano, deportista de elite y mediáticamente influenciador, los resultados del acontecimiento pueden resultar curiosos, inciertos y hasta sorprendentes.
Cosa que le ocurrió al «body guard» de turno, que oficiosamente conducía el superdeportivo, en las salida de los garajes del parking, al forzar el chasis de lujo con la rasante de la rampa y descuidando la inevitable baja altura, que estas maquinas de correr requieren en su aerodinámica.
La multitud lo grabó, las redes lo publicaron y los medios se hicieron eco del «gazapo del escolta». Lo que no ha trascendido es, si hubo daños significativos o si Ronaldo ha despedido al conductor.
De una forma u otra, una vez mas Bugatti y Cristiano Ronaldo, han sido noticia. Dos marcas indiscutiblemente exitosas, especialmente si se implican en sus apariciones.
