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martes, 22 octubre 2024

El CSIC y Cepsa ponen su punto de mira en las plantaciones del mundo rural

Cepsa y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han firmado un acuerdo para investigar la viabilidad de plantar cultivos energéticos de cobertura en diferentes zonas rurales de España. ¿Te pillará cerca? Eso ya no es más difícil saberlo… Y es que el estudio fijará las zonas donde sembrar estos cultivos, denominados de cobertura porque protegen el suelo de la erosión y además tienen la capacidad de producir biocombustibles de segunda generación (2G).

El estudio durará un año y también estará destinado a analizar los cultivos más idóneos en cada zona y su capacidad de absorción de CO2, identificando los que sean más beneficiosos en términos medioambientales. Impulsar la mayor autonomía de España en términos de aprovisionamiento e independencia energética es la meta final.

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Toda una oportunidad para el desarrollo rural que encabeza Cepsa

biocombustible

Los cultivos de cobertura se hacen entre los periodos de siembra de los cultivos principales con el objetivo de proteger el suelo de la erosión. Además, aportan otras ventajas para la producción agrícola y el cuidado del medio ambiente, como el aumento de la fertilidad del suelo, el crecimiento de la capacidad de retención del agua de lluvia o una mayor absorción de CO2. También estos cultivos pueden llevarse a cabo en terrenos degradados, como aquellos que han sufrido incendios. Así ayudan a su recuperación.

¿Por qué estos cultivos se consideran energéticos? Parte de la biomasa producida puede emplearse en generar energía, además de poder usarse en la fabricación de pienso para el ganado. El producto cosechado, al no competir con la alimentación, puede emplearse en la producción de biocombustibles de 2º generación. Con el fomento de esta clase de cultivos, un mismo terreno se convierte en más rentable, aumentando su calidad, diversificando sus ingresos y manteniendo la actividad durante todo el año.