Pegasus, que etimológicamente proviene del griego, significa fuente o nacimiento, y además es el nombre con el que los griegos religiosos, conocían al caballo alado que era mascota del dios Zeus. Pues bien, así conocemos al helicóptero de la DGT, que si bien vuela por ser autogiro, según Juan de la Cierva, también es fuente y nacimiento, pero de ingresos, debido a la estratosférica cantidad de multas que pone al día, en su devenir galáctico.
4La obviedad de sus defectos, está en los propios conductores
Por ultimo y aconsejándote que lo mejor es respetar los limites de velocidad, cabe destacar que como en todo, nada es infalible. Si bien es cierto que la fiabilidad y potencial sancionador del Pegasus es altísima, existen momentos en los que puedes escapar de él.
Pero resultan tan obvios, que quizás no merezca la pena mencionarlos. Situaciones como, estar fuera de su alcance, circular por debajo de los limites de velocidad que puede detectar, aplicar diferencias de ritmo en la marcha variando la velocidad, circular de noche y algunas perspicacias de esa índole, no restan envergadura a su potencial desarrollo, al contrario justifica la eficacia, ante los conductores mas picaros y vivarachos.
Solo aplicaciones para el móvil y que en realidad son radares de vuelo, y el aviso entre usuarios alertando de la presencia del Pegasus, puede o no, restar eficacia a la DGT.