El aire acondicionado de un coche no solo es un aliado imprescindible durante los calurosos días de verano, sino también una herramienta valiosa en invierno para mantener el sistema en óptimas condiciones y mejorar la experiencia de conducción. Aunque su función principal está asociada con el enfriamiento, muchos conductores desconocen la importancia de utilizarlo también en épocas de frío.
Encenderlo regularmente durante el invierno ayuda a mantener sus componentes en buen estado y a eliminar el exceso de humedad en el interior del coche. Este hábito no solo previene que los cristales se empañen, mejorando la visibilidad, sino que también garantiza el funcionamiento adecuado del sistema a largo plazo. Así, la pregunta de si es necesario desconectarlo cuando estamos en estaciones de baja temperatura tiene una respuesta clara: no.
La importancia de cuidar el aire acondicionado
El uso periódico del aire acondicionado asegura que el refrigerante circule por el sistema, lubricando las tuberías y las juntas. Este proceso ayuda a mantener el circuito de gas estanco y a evitar posibles fugas que podrían requerir costosas reparaciones. Adicionalmente, el compresor del aire, que es clave para su funcionamiento, también se beneficia de esta actividad continua.
Cuando el aire acondicionado permanece inactivo durante meses, aumenta el riesgo de averías en componentes esenciales como el compresor y el circuito de gas. Una de las fallas más comunes, el desgaste del compresor, puede resultar en reparaciones de hasta 550 euros. Asimismo, el resecamiento de las juntas puede generar fugas de gas refrigerante, cuya reparación y recarga podrían costar entre 250 y 370 euros dependiendo del modelo de vehículo y el taller.
Recomendaciones para resguardar el aire acondicionado de tu coche
Los expertos recomiendan realizar revisiones periódicas del sistema de climatización para identificar y prevenir problemas antes de que se agraven. Estas revisiones, cuyo precio suele oscilar entre 60 y 120 euros, son una inversión inteligente para garantizar el correcto funcionamiento del aire acondicionado y evitar gastos mayores en el futuro.
En definitiva, cuidarlo durante el invierno no solo prolonga la vida útil del sistema, sino que también mejora la comodidad y seguridad de los viajes en coche. Encenderlo regularmente, incluso en los días fríos, es una práctica sencilla que marca la diferencia a la hora de evitar averías y mantener un entorno agradable en el interior del vehículo.
